26.05.2020 Views

el siglo sovietico

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

procedimientos. En la mayoría de los casos, el acusado ni siquiera estaba

presente. Un caso podía quedar visto para sentencia en diez minutos, y la

condena variaba, de cinco a veinticinco años en un campo o la ejecución

sumaria. La acusación que pesaba contra la mayoría de las víctimas era la de

«actividades contrarrevolucionarias», de ahí la rapidez de los juicios y la

cantidad de ejecuciones.

Otra fuente son los datos que proceden de los propios investigadores del

NKVD. El «histórico» decreto del Comité Central del 2 de julio de 1937, al

que ya nos hemos referido, ordenaba al NKVD que acabara con cualquier

«grupo enemigo». El texto, que fue enviado a las regiones administrativas

para su cumplimiento, como había sucedido con las campañas de confiscación

de cereales, establecía los cupos de los arrestos. Estos cupos se dividían en

cuatro categorías de delitos, y también se mencionaban las condenas

correspondientes. La categoría 1 incluía a 72.950 personas que debían ser

arrestadas y ejecutadas (la cifra total debía repartirse entre las diferentes

regiones). En la categoría 2 constaban 186.000 personas que debían ser

deportadas a los campos. Con este fin, había que abrir nuevos campos en los

bosques, aunque éstos también serían rápidamente insuficientes. Todo el

procedimiento era ciertamente kafkiano: la cifra de enemigos quedaba

estipulada por un cupo, pero estaba permitido superarlo. Bastaba con nombrar

a los chivos expiatorios.

Las cifras de los arrestos anuales son las que siguen: el 1 de enero de

1937, 820.881 personas; el 1 de enero de 1938, 996.367; el 1 de enero de

1939, 1.317.195. Del total de detenidos, fueron a parar a los campos de

trabajo 539.923 prisioneros en 1937 y 600.724 en 1938. Ese año, la cifra de

deportados al gulag alcanzó su máximo. De hecho, 837.000 detenidos fueron

liberados de los campos a raíz de una revisión de los casos durante el mandato

de Beria, con motivo de una «campaña de rectificación» ordenada por Stalin.

En 1939, sin embargo, la represión se puso de nuevo en marcha y el 1 de

enero de 1940 la cifra de internos en los campos y en las colonias era de

1.979.729, prisioneros comunes en su mayoría. Los presos políticos,

condenados en virtud de los artículos «contrarrevolucionarios» del código

penal, sumaban el 28,7 por 100 del total, algo más de 420.000 personas. La

cifra de reclusos también aumentó con el traslado de prisioneros procedentes

de territorios anexionados, a los que debemos añadir los detenidos a raíz de

dichas anexiones. La aplicación de los decretos de 1940 y 1941, que

castigaban el robo y la marcha sin autorización del lugar de trabajo, también

contribuyeron a engrosar estas cifras [2] .

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!