26.05.2020 Views

el siglo sovietico

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

podían pronunciar sentencias suspendidas, así como penas de trabajo

obligatorio para aquellas condenas de menos de tres años. En 1978, el Soviet

Supremo amplió la lista de los delitos que podían castigarse con multas o

penas que no exigían el ingreso en prisión. Cabe observar aquí que los

argumentos que se esgrimieron a favor de esta reducción de las penas por

delitos menores habían sido expuestos por criminólogos soviéticos, que

ponían en duda la eficacia de las penas de prisión cortas. Uno de los

especialistas más eminentes sostuvo, desde 1976, que una parte considerable

del aumento de la criminalidad se debía a la desestructuración familiar, a la

destrucción de los lazos sociales, a la falta de integración en una red social

mayor y al aumento del impacto de los subsidios sociales. El aislamiento en

las prisiones no hacía sino empeorar las cosas. Otros, citados por Fogleson,

afirmaban que las sentencias que no se cumplían en la cárcel evitaban que los

condenados se vieran como criminales y no acabaran convertidos en tales.

Entre 1977 y 1978, un grupo de destacados juristas se manifestó a favor

de una «mayor economía en los medios de represión» y pidió la introducción

de cambios en el código penal que lo hicieran más eficaz a la hora de cumplir

con los objetivos generales del sistema. Otros insistían en el carácter

científico de sus conclusiones y en el hecho de que, a finales del siglo XX, la

política debía basarse en la ciencia. Algunos autores exigían distanciarse

inmediatamente de la lógica punitiva para abrazar una filosofía utilitaria: el

castigo debía quedar en segundo plano si de lo que se trataba era de lograr un

objetivo social.

Mientras el Tribunal Supremo urgía a los tribunales ordinarios a que

optaran por otro tipo de sentencias y a que fueran más exigentes con las

investigaciones criminales y con las pruebas de culpabilidad, los resultados

globales de estas medidas fueron decepcionantes a ojos de sus promotores. En

noviembre de 1984, el Ministerio de Justicia llegó a la conclusión de que

algunos jueces no habían recibido el mensaje y apenas tenían en cuenta los

dictámenes de los tribunales supremos. Las viejas medidas planteaban

muchos menos problemas y eran más aceptables a ojos de la mentalidad

represiva que aún empapaba buena parte de los tribunales ordinarios

soviéticos. Sin embargo, se producirían más cambios, puesto que el frente de

la reforma penal era importante y podía tomar diferentes direcciones.

Las razones legales, jurídicas e ideológicas que se ocultaban detrás de esta

decisión de acabar con las tendencias punitivas no eran el único elemento de

la historia. La creciente escasez de mano de obra, de lo que nos ocuparemos

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!