26.05.2020 Views

el siglo sovietico

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Sirva como ejemplo la reflexión de Zinoviev, un miembro del Politburó, en el

XI Congreso. Poco antes, Lenin había hecho sonar las alarmas al referirse a la

desaparición de la «clase obrera» durante y después de la guerra civil. Según

Zinoviev, el problema era otro, ya que la clase obrera se estaba redefiniendo,

abandonaba el campo, donde había buscado refugio, y se mostraba dispuesta a

enrolarse en el Partido. Lo que le preocupaba era el ingreso en éste de

proletarios sin formación y la existencia de un número cada vez mayor de

miembros procedentes de otras clases. Zinoviev se mostraba partidario de

suspender temporalmente las admisiones para exorcizar el peligroso fantasma

de un proceso de degeneración, algo así como un Termidor desde dentro (el

calificativo es mío). En un gesto impensable unos años atrás, Zinoviev citó

los argumentos de los mencheviques emigrados, que veían este escenario

como una posibilidad inminente.

El aumento de las diferencias sociales en el seno del Partido, como

consecuencia de la llegada de nuevos miembros, daba pie a la aparición de

diferentes tendencias políticas e ideológicas, una tesis defendida por David

Dallin, líder menchevique, en un libro que acababa de publicar en Berlín [9] . El

autor consideraba que no había vida social ni política en Rusia fuera del

Partido y del ejército, y le parecía por lo tanto imposible acabar con el

bolchevismo desde fuera. Sin embargo, podría lograrse si se producían

procesos espontáneos dentro del Partido. Dallin anunciaba la aparición de

divisiones, de tramas y de intrigas. Diversos elementos del campesinado y

varios grupos de obreros y de pequeñoburgueses estaban cobrando lentamente

conciencia de sus propios intereses, y la intelligentsia recuperaba la capacidad

para crear corrientes ideológicas, democráticas, imperiales, revisionistas…

Todos estos elementos saldrían a escena a su debido tiempo «y la historia

política se llenará de batallas políticas». Zinoviev hizo alusión a estas

reflexiones, como se lee en las actas del congreso. Dallin se burlaba de la idea

ingenua de que una purga, en el sentido tradicional de la expulsión del

Partido, pudiera alterar lo más mínimo la situación cuando se enfrentaba a la

expresión inevitable de las fuerzas centrífugas de una sociedad, y Zinoviev no

parecía estar del todo en desacuerdo con estas palabras. Él mismo afirmó estar

convencido de que «hay, de hecho, un proceso molecular en el Partido que no

es tan sólo el reflejo de las luchas internas, sino que recoge todo cuanto

sucede en el país en un sentido más amplio, todo el abanico de la lucha de

clases que estamos viviendo». Toda suerte de elementos ajenos al mundo

proletario se introducían en el Partido, pero el dirigente no perdía la esperanza

de que el «núcleo proletario» perviviera, mantuviera con vida el compromiso

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!