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el siglo sovietico

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seguridad personal de las principales figuras políticas y de las prebendas

materiales de los miembros del Politburó y de la Secretaría (con frecuencia se

referían a él como «la niñera del Politburó»). «Me vi sumido en un mundo

diferente», escribe Dobrinin. Según las normas en vigor, le correspondían tres

guardaespaldas, una limusina Zil y una dacha cerca de Moscú, en Sosnovyi

Bor, la «Sosnovka» que ocupara el mariscal Zhukov hasta su muerte, así

como el siguiente personal: dos cocineros, dos jardineros, cuatro camareras y

vigilantes. El edificio constaba de dos plantas y tenía un gran comedor, un

salón, varias habitaciones y una sala de proyecciones, a lo que cabía añadir un

complejo adyacente con pista de tenis, sauna, un invernadero y un huerto.

«¡Menudo contraste con la vida en Moscú a la que estaba acostumbrado!».

Aun así, Dobrinin no era sino uno más de los secretarios del Comité Central,

ni siquiera un miembro del Politburó, y menos aún el secretario general. ¿Qué

le correspondía a un miembro del Politburó? No lo menciona. Más, por

supuesto, que a un secretario del Comité Central, pero mucho menos que al

secretario general. Sea como fuere, es preciso destacar la sorpresa, sincera, de

aquel moscovita bien situado; y por eso, digno de algunos privilegios.

Cualesquiera que fueran los privilegios que tenían a su alcance, los

miembros del Politburó siempre podían pedir más, aunque algunos, la

mayoría tal vez, no estaban demasiado interesados en el lujo, y mucho menos

en el lujo ostentoso, con la salvedad ya conocida de Brezhnev.

La experiencia personal de Ligachev nos sirve para hacernos una idea de

cómo trabajaba el Politburó en sus últimos años, a principios de los

ochenta [11] . Después de la muerte de Andropov, el Comité Central eligió a

Konstantin Chernenko como secretario general, a propuesta del primer

ministro, Tijonov, y secundado por Gromiko. Se trataba de una elección

segura. Un año más tarde, Chernenko provocó una cierta consternación al

proponer que Gorbachov, el protegido de Andropov, presidiera las reuniones

de la Secretaría, convirtiéndolo así en el número dos del régimen. Algunos

sectores dejaron oír su disconformidad, pero Chernenko, a pesar de que la

relación entre él y Gorbachov no era ni mucho menos estrecha, insistió. El

número dos del régimen no era un puesto formal. Según recuerda Ligachev,

en 1984 hubo quien buscó pruebas comprometedoras contra Gorbachov de los

años en que había sido secretario regional de la región de Stavropol, pero no

da nombres. El uso de materiales comprometedores era una de las armas más

habituales en las luchas entre los miembros de la cúpula: uno de los dos

bandos hacía todo lo posible para hundir al otro en el lodo. En estas

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