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el siglo sovietico

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métodos administrativos para presionar al Partido. Debemos dedicar

más esfuerzos a la industrialización y debemos alentar el espíritu de

colaboración en las altas esferas. Que acaben las intrigas.

Necesitamos una colaboración sincera.

¿Acaso Trotski soñaba despierto?

El 7 de marzo de 1923, Kamenev informó a Zinoviev de que Lenin había

desautorizado a Ordzhonikidze, Stalin y Dzerzhinski, que se había

solidarizado con Mdivani y que había remitido una carta personal a Stalin que

ponía fin a las relaciones personales entre ambos a raíz del desdén que este

último había mostrado por Krupskaya. Kamenev añadió que Stalin había

respondido con una disculpa breve y un tanto agria que a duras penas podía

satisfacer al starik (anciano). Lenin «no se contentará con un acuerdo pacífico

en Georgia, sino que quiere que se tomen una serie de medidas organizativas

en la cúspide» (la cursiva es de Kamenev). La carta de Kamenev acababa así:

«Deberías estar en Moscú».

Mientras tanto, Stalin se había batido en retirada después de que su

situación se hubiera complicado. Ordenó a Ordzhonikidze que pusiera el

freno en la cuestión de los georgianos y que buscara un acuerdo (7 de marzo

de 1923). Ese mismo día, escribió a Trotski aceptando sus enmiendas, que

calificaba de «incontrovertibles». Fotieva, la secretaria de Lenin, le había

remitido el memorando que Trotski había preparado a propósito de las

nacionalidades, y añadió que Lenin, aquejado ya de apoplejía, tenía la

intención de que se publicara, aunque aún no le había dado instrucciones

formales al respecto. Fotieva también se dirigió a Kamenev, con copia a

Trotski, para transmitirle la importancia que Lenin concedía al texto y a la

cuestión de las nacionalidades. Kamenev se declaró partidario de la

publicación. Trotski escribió al resto de miembros del Comité Central,

comunicándoles que Lenin le había hecho llegar ese texto e invitándolos a

que lo leyeran.

El 6 de abril de 1923, Fotieva volvió a escribir a Stalin, ofreciéndole en

esta ocasión una salida: Lenin no creía que el texto estuviera concluido y listo

para su publicación, y Maria Ulianova, la hermana de Lenin, había

comunicado a Fotieva que Lenin no había dado instrucciones aún para

llevarlo a la imprenta, de modo que solamente podría ser leído en el

XII Congreso del Partido que debía celebrarse próximamente.

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