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Acciones del
franceses, á la vez que el pretexto, el blanco de sus
violencias habituales en los pueblos mismos que los
catalanes aspiraban á salvar de la codicia de los invasores.
Asi en Vendrell, punto el primero en que Chabran
Ven dren encontró á los somatenes, la resistencia se redujo á
y e r os
" un tiroteo que el temor á la caballería, que empezó á
extenderse por los flancos, hizo de corta duración y
ningún resultado. En Arbós ocupaban los sublevados
una altura á retaguardia de la población, de donde
creían poderla cubrir con el fuego de dos piezas
de grueso calibre que habían situado en ella; pero reducido
aquel á 8 ó 10 disparos por falta de municiones,
y no sabiendo los infantes arrostrar el nutrido
que les hacían los batallones y la artillería de los
franceses ni mantener una posición que veian iba a
ser muy pronto envuelta por la caballería, se entregaron
á la fuga sin pensar que dejaban á los habitantes
de Arbós á merced de un enemigo encolerizado
por la resistencia y con la opinión de que era necesario
un ejemplo terrible para poner en paz y en
obediencia el Principado.
Espanta la relación de las atrocidades cometidas
por los franceses en Arbós. A la vista del saqueo que
ejecutaban los soldados en las primeras casas en que
penetraron, enciéndense en ira los habitantes y, armándose
de cuanto objeto ofensivo encuentran á su
alcance y utilizándolo con esa rabia y esa fuerza que
emplea aquella raza indomable contra el que atenta
á su independencia}' á sus intereses, hacen de aquellas
calles un teatro de muerte y desolación. Los
franceses, conformándose á los usos de la guerra.