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cuantos artilleros, ayudados de varios marineros de
los puertecillos próximos que se habían ofrecido á
servir las piezas. El E. M. de la plaza y la oficialidad
de Ultonia dirigían la defensa; no contribuyendo
poco á sostener el espíritu del paisanaje y de la junta
que se habia puesto á la cabeza de la sublevación,
el clero regular y secular, cuyos individuos más valerosos
y elocuentes anduvieron con su ejemplo y
con su voz enardeciendo á los defensores.
Artes de Du- Comprendiendo Duhesme las dificultades que iba
hesme para a encontrar para apoderarse de Gerona, trató de loganar
a. g r a ri 0 negociando con los administradores de la ciudad
y con su municipio, pero sin interrumpir, por
eso, el ataque proyectado que, con la sorpresa natural
de tal proceder, llegaría á causar mayor y más
cumplido efecto. Conducido el oficial parlamentario
á la casa de Ayuntamiento, entregó el pliego en que
su general pedia al gobernador le franquease el paso
á Francia, entregándole, como garantía, la puerta
misma que habia proyectado asaltar. Pero sabiéndose
en el pueblo los preparativos del ataque, denunciados
por los defensores que observaban cómo
se iban corriendo los franceses por las calles del arrabal
y la margen del Onya, la junta hubo de acceder
á la prisión del parlamentario que fué conducido
entre soldados de Ultonia al convento de San Francisco
de Asís cuando los cañones de la plaza empezaban
á tronar de nuevo contra los asaltantes.
Rompieron éstos la marcha con su acostumbrado
ímpetu. Iba la columna precedida de algunos artilleros
cargados de petardos con que intentaban derribar
la tapia de piedra en seco acabada de construir