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La capitulación fué firmada por el conde de Tilly
como comisionado de la junta suprema, y el general
Castaños como jefe del ejército de Andalucía. El general
Escalante que habia quedado en Andújar, afligido
por un dolor muy fuerte de estómago, crónico
ya en él y que le imposibilitaba de montar á caballo,
demostró vivos deseos de firmarla, también, aunque
no fuese más que en calidad de testigo; y aun cuando
el conde de Tilly se oponia á ello en un principio,
cedió al fin á los ruegos de Castaños que, por
respeto á la edad y á los servicios de Escalante,
quiso halagarle con la idea de que los granadinos
le agradecerían aquella justa y patriótica galantería.
Los franceses Las tropas francesas rindieron el dia 22 y el sinnden
las g Ui enf e 23 sus armas, después de haber desfilado
¡i r ni íi s
por delante del ejército de Andalucía. La ceremonia
fué imponente y conmovedora. Los soldados que un
mes antes se creían invencibles, orgullosos con
triunfos que no tenían semejantes en Europa desde
los tiempos de Carlomagno, pasaban ahora cabizbajos
con el corazón oprimido de angustia y el rubor
en los rostros, ante los que ni remotamente podían
»ral Reding les franqueó y permitió vinieran los soldados france-
»ses por agua sin armas á la noria de la huerta de D. Lázaro Me-
»dina que se hallaba entre los dos ejércitos y muy inmediata á la
»linea de los españoles, en cuya noria habia paisanos sacando agua
»con cubos y calderos y los franceses la llevaban en las cantim-
»ploras trayendo cada soldado francés ocho ó diez de ellas: al re-
»dedor de la noria, habia cuatro centinelas españolas de infantearia
para el mayor orden, y como á las diez varas de distancia una
«centinela de caballería española por la parte del ejército español
»y un dragón francés á la misma distancia por la parte de su ejér-
•Oito » Declaración del subteniente retirado en Bailen D. Diego
Antonio Soriano, confirmada por varios otros vecinos en la información
hecha en Junio de 1850.