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vencedor de las orillas del Danubio y del Alie, le
retenían en Andújar sin permitirle retroceder á Bailen,
donde estaban verdaderamente su salvación y
su honor.
Marcha de Ve- La noticia de la muerte de Gobert y de la retira-
Q a
y*La Cero-
lina
de Dufour, le hicieron comprender el error coine-
tido por Vedel al abandonar el frente de Menjí\ar,
error que habia dispensado aquella mañana en obsequio
á la satisfacción que le causaba el ver sus divisiones
reunidas. Quedaba descubierto con aquel
descalabro todo el flanco izquierdo, pues la fuerza de
que podia disponer Dufour no bastaba á defenderlo,
y Dupont creyó que con restablecer el anterior
estado quedada asegurada la comunicación de Despeñaperros
y, con ella, la salud del ejército. Vedel
tuvo, pues, que emprender la marcha para Bailen
con el disgusto de ver desatendidas sus observaciones
y de que ya se le empezara á culpar del desastre
de su colega el general Gobert.
Puesto en camino á las nueve de la noche, Vedel
se establecía en Bailen á las ocho y media de la mañana
del 17. Las instrucciones de Dupont le prescribían
unirse al general Dufour, rechazar al enemigo
sobre Menjivar y obligarle á repasar el Guadalquivir;
atacarle si se encontraba en el camino de Baeza
y, una vez victorioso y á salvo las comunicaciones
con la Mancha, volver á Andújar dejando en
Bailen destacamentos que guardasen posición tan
importante. Dufour no se encontraba en Bailen: la
noticia de que un cuerpo de 10.000 españoles remontaba
el Guadalquivir con el objeto de apoderarse
de Sierra-Morena, le habia obligado á levantar su