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con la división Loison, que desde Almeida debia extenderse
á Miranda de Duero, sujetase la tierra llana
que riega este importante rio y observara las altas
de León y de Galicia. Y temiendo que en este último
Reino, y con especialidad en el Ferrol, intentarían
los ingleses algún desembarco para auxiliar á los españoles
y aun con este pretexto apresarlas naves
surtas en aquel arsenal, escribió al gran duque de
Berg para que la columna que á las órdenes del general
Fráre debia marchar á Segovia, continuase después
á Valladolid y más tarde á Galicia para ir poniendo
en orden todas aquellas provincias y prevenir
las intenciones que pudieran abrigar los ingleses en
la costa del Océano.
Pero fueron haciéndose cada dia más alarmantes
las noticias que se recibían de todo el Noroeste de
la Península: organizábanse en sus provincias ejércitos
numerosísimos que, avanzando hacia el centro
de Castilla, se dirigían, al parecer, á cortar*el camino
de Irun á la corte; y si esto se verificaba, la dominación
francesa iba á recibir, no sólo un golpe
rudo, sino decisivo para su terminación, al menos
en un espacio bastante dilatado de tiempo. Para
conjurar este peligro, Napoleón fué aumentando el
cuerpo de Bessiéres en cuanto se lo permitían los
escasos recursos que tenia á la mano, y no cesó en
todo el trascurso de aquella primera campaña de
instar á los generales que operaban en España para
que ayudaran eficazmente al duque de Istria. cuya
misión concluyó por considerar como la más importante
para la ejecución y éxito de sus planes militares.