m - DSpace CEU

niraar la tropa después de convencerse de que no se
la engañaba como anteriormente; pero no aparecía
ni en el horizonte ni en las filas enemigas indicio
alguno de tan fausto acontecimiento. Por el contrario,
los pocos disparos que aún interrumpían el silencio
que habia sucedido al último ataque, se escuchaban
á retaguardia y sobre el flanco izquierdo,
donde Cruz Mourgeon que, noticioso de la marcha
del ejército francés, se dirigía á Baños para incomodarle
en ella y situarse en los pasos de la sierra,
andaba con sus tiradores impidiendo á los enemigos
la aproximación al rio. Los reconocimientos, además,
dirigidos sobre el camino de Andújar, anunciaban
la proximidad de las tropas de Castaños, y era
de esperar que de un momento á otro atacasen las
posiciones del puente, donde sólo se encontraban
algunos destacamentos, incapaces de impedir el paso
del Rumblar á cuya inmediación se veían como
amontonados todos los bagajes del ejército. Para
colmo de desventuras, los regimientos suizos al servicio
de España, que desde Toledo y Talavera acompañaban
al ejército francés con el disgusto que señalamos
al indicar su nuevo destino, se deciden á
aprovechar la proximidad de sus antiguos camaradas
y la cesación del fuego para volver á su lado.
Los jefes y oficiales permanecen en sus puestos y
con los generales Rouyer y Schramm tratan de impedir
la deserción de ia tropa, pero sólo consiguen
retener una tercera ó cuarta parte de los soldados (1).
(i) Los escritores franceses pintan la deserción de los suizos
como casi general. Por el contrario, los españoles casi no la mencionan.
La verdad debe estar en lo que nosotros exponemos, por-