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el servicio de cuatro piezas, iban á medir sus fuerzas
con otros tantos franceses disciplinados, aguerridos
y con la fama de invencibles. Y como si esto no bastara,
Palafox, viendo la imposibilidad de sujetar á
sus subordinados á una formación que, por otra parte,
habia de traerle más perjuicios que ventajas, hubo
de reducir su plan de defensa á la de las avenidas
principales del pueblo, donde pudiera utilizar los escasos
medios verdaderamente militares de que disponía,
No tuvieron los franceses que hacer grandes esfuerzos
para vencer aquellas bandas desorganizadas.
Mientras dos columnas que se dirigían á Alagon
por los caminos de Mallen y la huerta de Cabanas,
entretenían un fuego de fusilería y de artillería bastante
vivo para hacer creer á los españoles que trataban
de romper sus líneas por aquel frente, una tercera
se corría hacia la derecha á cruzar el canal por
Figueruelas, con el objeto de envolverlos en la villa
ó arrojarlos sobre el Ebro para que todos cayesen en
poder de su caballería. Los fusileros y soldados veteranos
que apoyaban nuestra izquierda y la artillería
situada en los puentes de las varias acequias que,
derivadas del canal, riegan la vega de Alagon, ayudados
de los paisanos emboscados en los olivares
próximos, sostuvieron bizarramente el fuego durante
cinco horas, tiempo necesario á los franceses para
sa verificada en los dias 8, 9, 10, 11 y 12 de aquel mes se habian
incorporado a) regimiento del Rey 250 caballos útiles de los 688
presentados.
Así resulta de los documentos oficiales que encierra el archivo
del Sr. Duque de Zaragoza.