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ieron cubrir los cuadros de las antiguas tropas. Los
regimientos nuevos quedaron organizándose en Sevilla,
donde, además, se estableció un depósito central
de instrucción, destinado á cubrir las bajas del
ejército. El espíritu militar de Castaños y el juicio
recto y el patriotismo de Saavedra, unidos en
ambos á la firme resolución de desechar todo elemento
en que no fuera fácil establecer una disciplina
severa y la obediencia de nuestras ordenanzas,
los movió á acumular cuantos recursos les fué dable
adquirir en los cuadros existentes, renunciando por
sí con gusto y haciendo renunciar á los demás á
nuevas formaciones, útiles en pequeña escaia y para
servicios locales ó limitados, muy perjudiciales en
masas considerables, capaces de introducir en el rosto
de las tropas el desorden y la licencia que suelen
caracterizarlas (1). Y con tanta fortuna lograron re-
(4) En un escrito del general Castaños dirigido á rectificar
aserciones de algún periódico francés, inédito aún y que guarda
en su archivo el actual duque de Bailen, se lee lo siguiente: «Y
»corno sólo habían quedado en Andalucía los cuadros de los regi-
»niieutos con bastantes oficiales, algunos sargentos y cabos, por-»
»que los soldados habian marchado á las expediciones indicadas
"anteriormente ("j, tuve tanto acierto en la elección de generales,
»jefes y ayudantes para la organización del ejército que el dia 29
»del mismo mes de Junio emprendí la marcha ¡tara buscar á Du-
»pont, habiendo pasado una revista el presidente de la junta de
"Sevilla D Francisco Saavedra, que por haber seguido la carre-
»ra militar y dedicádose á su estudio tenia muchos conocimien-
»tos...»
(*) «Me limité á completar con 2.000 hombres cada regimiento y desapache
á sus casas sobre unos 12.000 paisanos que consideraba inútiles
•por no queivr llevar ningún regimiento que no fuese organizado, y solo
«unos 5.000 hombres destiné á las órdenes del conde de Valdecañas, muy
«Conocedor del país donde tenia mucho prestigio, con unos ayudantes inteligentes
para que, ocupando los picachos á larga distanciade los franceses
y sin aproximarse porque tenían pocas armas y ninguna disciplina,
»sólo sirviesen de espantajo, y también reforcé al coronel D, Juan de la
«Cruz Mourgeon que habia principiado á formar un batallón de Cádiz con
»el nombre de «Tiradores.»
(Nota del mismo general Castaños.)