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po del de San Roque con todos los cuerpos que lo
formaban, y de conferenciar con el gobernador de
Gibraltar para ponerse de acuerdo con él sobre el
modo de hacer eficaz la alianza nuevamente restablecida
entre la Junta suprema y la Inglaterra, corrió
á Sevilla, donde recibió ei nombramiento de general
en jefe del ejército de Andalucía. Designado
Carmona para cuartel general, principiaron á reunirse
allí, no sólo las tropas de línea que guarnecían
el reino de Andalucía, sino que los voluntarios
que debían formar el completo de la fuerza y los
que se alistaban en los varios cuerpos de nueva
creación se dirigieron á aquel punto, elegido en el
primer calor del levantamiento por más avanzado,
y como más propio para apoyar al ejército de vanguardia
que se creia de un momento á otro á las
manos con el enemigo.
La cuenca del Guadalquivir entre Ecija y el mar,
está accidentada por una serie de montecillos que la
dividen en dos vastas llanuras; una superior en que
. asientan, además de Osuna y Morón, Marchena, Paradas
y Arahal en el camino de Ecija á Utrera, y
otra inferior, triste y despoblada que termina en las
aguas de aquel gran rio. La carretera, abierta por
los romanos, como todas, con un objeto casi exclusivamente
militar, va coronando los montecillos para
descubrir y flanquear desde ellos ambas llanuras; y
especialmente entre el Corbones y el Guadaira, los
pueblos por donde pasa forman posiciones, algunas
de las que el arte ha hecho importantes en épocas
posteriores. Carmona asienta en un promontorio que
se alza sobre el Corbones, donde empieza esa serie de