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se á la cordillera; se hicieron nombramientos de coroneles
de los cuerpos que se creaban y de las
comandancias de armas en que iba á dividirse el
territorio, en quienes apenas podían tener el carácter
de capitanes ni aun de milicias; y, por fin, se
circularon las órdenes más apremiantes á todos los
Concejos para que los sargentos, cabos y soldados
que hubiesen servido en el ejército se presentaran á
desempeñar, según su idoneidad, los empleos de
oficiales y los de tropa que exigía la organización
del ejército.
Una comisión militar creada al efecto propuso en
20 de Junio el plan de defensa del Principado según
los deseos y Jas instrucciones de la junta. De los
20.000 hombres á que se hacia ascender la fuerza del
ejército asturiano, 5.000 serian destinados á guardar
y defender las avenidas de Santander y Castilla desde
Llanes á Boza bajo las órdenes y dirección de un
general, un brigadier y un oficial de artillería; 2.000
con dos generales, se situarían entre Beza y Caliago;
2.500 con un general, un brigadier y otro oficial
de artillería, de San Isidro á Cubilla; 2.000 con dos
generales, desde Ventana á Cerezal, y 1.500 con
otros dos generales, de Cerezal á la frontera de Galicia.
Estos 15.000 hombres, formando cinco divisiones
en el orden mismo de los puestos que ocupaban
en los límites del Principado, deberían ser apoyados
Por otros 4.000 en una segunda línea extendida por
los concejos centrales de la provincia. Entre Cangas
de Onis y Parres se establecerían 1.000 hombres
que se destinaron á la segunda división, pues la pri-