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las otras dos, todas en la misma dirección de Córdoba,
donde ya reclamaban su presencia el movimiento
retrógrado de los franceses y las posiciones que
iba tomando el ejército de Granada.
A la salida de Utrera, y aun á la revista, habia
precedido una junta de generales en que, después de
examinar los estados de fuerza, las noticias adquiridas
y los reconocimientos ejecutados con el objeto de
conocer ó presumir, al menos, los proyectos de Dupont,
se fijaron las reglas ó instrucciones más propias
en las circunstancias de aquel ejército y situación
de las cosas.
¿Qué hacia entre tanto el general Dupont? Dupont se re-
Aislado completamente en Córdoba, sin la segu- u«*ADdA-
ridad de que sus despachos hubiesen llegado ni lie-
garan á manos de Murat, y sin la esperanza, en fin,
del arribo próximo de los refuerzos que en ellos pedia
con tanta insistencia, el general en jefe del cuerpo
de la Gironda, temeroso de perder sus comunicaciones
con Castilla, amenazadas, como ya estaban, por
los españoles que de Málaga y Granada principiaban
á concentrarse en Jaén y en la margen próxima del
Guadalquivir, habia decidido retirarse á punto en
que, sin la preocupación de verse envuelto, pudiera
conservar su actitud amenazadora sobre Andalucía.
Con esta resolución y avisado falsamente de que el
ejército de Castaños marchaba á su encuentro, Dupont
levantó el campo en la noche del 16 al 17 de
Junio; y ordenada y lentamente, según Thiers, á pesar
de conducir un convoy que necesitó cinco horas
para desfilar á presencia del general, emprendió la
marcha á Andújar, donde se establecía el 18 por la
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