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desembarazar el camino y ponerse en comunicación
con Vedel á quien debia suponer próximo, desembocó
con la vanguardia del desfiladero que acababa de
conquistar á nuestras avanzadas. La artillería fué
situada en el centro á un lado y otro de ia carretera,
y á sus flancos formaron los batallones de la 4.* legión,
apoyados por una nube de tiradores y por la
caballería que los habia acompañado en la marcha.
Pero no habian acabado de emplazarse las seis
piezas francesas, cuyos primeros disparos no hicieron
efecto alguno en nuestra línea por su elevación y
por el excesivo alcance, consecuencia de ella, cuando,
blanco de la excelente artillería de los españoles,
de mayor calibre y perfectamente situada y dirigida,
caían por tierra desmontadas dos de ellas y muertos
ó heridos muchos de los artilleros que las servían.
Mientras por una y otra línea de las contendientes
se sostenia el fuego de cañón, á que después de
todo habia de reducirse el primer choque entre los
dos ejércitos, los cuerpos que sobre la izquierda ocupaban
la Haza-Wallona y puntos inmediatos habian
roto también el fuego, y no sin grave daño, sobre
las masas francesas que cogían de flanco. Las guerrillas
que, según acabamos de manifestar, apoyaban
el derecho de la línea enemiga, trataron de desalojar
á los zapadores de sus posiciones; pero después de
un corto combate fueron rechazadas. El batallón
francés más adelantado en aquella ala, intentó reparar
el revés de las guerrillas y repeler, á la vez,, á
los importunos que con tanta insistencia y de tan
cerca los diezmaban; pero, á pesar de haber preparado
el ataque con el fuego de una de las piezas que