m - DSpace CEU

llers, que bien los dejó ver en su manifiesto de 11
de Junio, sino que el deseo de vengar la villanía con
que se les habia robado á su Rey y el temor de perder
sus leyes y existencia política animaban á sus
vocales y al partido que representaban á no amedrentarse
por Judiarse en uno tan inmediato á Barcelona
y ser el país abierto por todas partes.
El general Chabran, que habia abandonado la capital
en la noche del 3 al 4 de Julio, aprovechó este
dia para ocupar Granollers, no sin que los somatenes
que, como siempre, iba levantando el bronce de los
templos, le molestaran vivamente en su marcha. En
Granollers no habia quedado, según la expresión
gráfica del P. Ferrer, piante ni mamante, y fuéle
necesario al jefe francés, para llenar su misión, acometer
la empresa de salvar el desfiladero asperísimo
del Congost que sirve de tránsito á Vich por la Garriga
y Aiguafrcda. Ya los coraceros de Bessiéres que
el general Goulas dirigió hacia La Roca, habian sido
rechazados en campo abierto por los paisanos de la
comarca que con bieldos, hoces, y hasta cuchillos, se
atrevieron á afrontar y lograron vencer á los que no
habia podido contrarestar la impertérrita infantería
de los rusos. Así es que cuando Chabran, remontando
el Besos, se presentó á la entrada de la estrechura
por que se pasa á Vich halló, no sólo las fuerzas reunidas
de sus enemigos, sino á éstos envalentonados
con el triunfo reciente y la esperanza de otro que en
aquel lugar y con más numerosa hueste habia de
serles fácil y no costoso.
Chabran contaba con unos 3.500 hombres, várjos
escuadrones y algunas piezas de campaña, y los es-