m - DSpace CEU

La salida del general Palafox fué sigilosa y pasó
desatendida durante el combate de aquel dia, cuidando
el teniente rey D. Vicente Bustamante, á
quien habia entregado el mando, y las autoridades
civiles, á quienes éste comunicó inmediatamente
suceso tan trascendental, de que no se trasluciese
por el pueblo en aquellos momentos supremos y
decisivos.
Con la evasión de Palafox coincidió el ataque de
los franceses á la Casa-blanca, tan gallardamente resistido
por las avanzadas aragonesas. Aquel suceso
que dio por resultado indudable la decisión del pueblo
y la victoria de las Eras, fué como el mentís
dado por los zaragozanos á la opinión de Palafox
respecto á su valor y entusiasmo: los posteriores
que hicieron vanos los intentos del enemigo, é inútil
la acumulación sucesiva de tropas y de material
de guerra, fueron á su vez consecuencia gloriosa
de la previsión del general que distrayendo, primero,
á los sitiadores, abasteciendo, después, la ciu-
»se -:staba organizando en Zaragoza) apenas pudo formarse en nú-
»meio de 100 caballos útiles, y esto reuniendo los dispersos de los
»ataques de Mallen y Alagon; pero como no tenian punto alguno
»de apoyo ni podían resistir solos á las fuerzas francesas que iban
»á atacar ya la ciudad, desampararon ésta dirigiéndose en retirada
»por el camino de Cariñena hacia Valencia, cuyo mal ejemplo si-
»guieron varios oficiales y soldados veteranos que desconfiaron de
nía empresa; por manera que nada podia lisonjear del buen éxito,
»por lo que el capitán general, considerando que sí permanecía en
»la ciudad se exponía á perderlo todo, y que siendo jefe de todo el
»reiuo de Aragón podría hacérsele un cargo sobre esto, determino
«trasladar el cuartel general y el Estado Mayor á la villa de Bel-
»chite, con ánimo de reunir alli á toda la tropa dispersa y volver
»á formar el pié del ejército de Aragón. Me comunicó el mismo
»esta orden como á todos los demás que debían seguirle, y dejau-
»do el mando de las armas on Zaragoza al teniente rey de aquella
»plaza D. Vicente Bustamante, tomó el camino de Belchite.»