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tar el estado lastimoso de las tropas y el no corto
número de los heridos que llevaba en carros y que,
á pesar de tantas precauciones, lograron ver algunos
vecinos. No era aquella ya la entrada triunfal del
dia 12 en que una parte de la división Chabran, al
desfilar por delante de la casa del general Duhesme,
llevaba con más de 30 carros de botin, los pendones
de las iglesias robadas en su retirada de Tarragona,
como si fueran trofeos arrancados á nuestros compatriotas
en el campo de batalla.
No dio mejores resultados el reconocimiento ve- Ex pedición
rificado sobre los caminos de Francia. Un cuerpo de 6
2.000 hombres que salió también el 13 por la costa
tuvo que detenerse al frente del castillo de Mongat,
puesto en estado de defensa y armado de artillería
por los patriotas de Mataré y de los demás pueblos
circunvecinos, y que protegían, además, desde posiciones
elegidas á retaguardia, los somatenes del Valles.
El destacamento francés intentó apoderarse del
castillo á viva fuerza; pero, rechazado por la guarnición
y desmontada una de las dos piezas con que
habia roto el fuego, creyó prudente retroceder aquel
mismo dia á Barcelona. El que debia observar el camino
de Granollers no pasó de Moneada que le abandonaron
los somatenes para engolfarse en el angosto
valle del Besos donde esperaban resistirle, con lo que
se retiró también á Barcelona después de haber saqueado
una ermita dedicada á la Reina de los angeles
en las inmediaciones de aquella villa.
Mongat^y
La situación de Duhesme iba haciéndose cada Situación d e
dia más difícil y, si no habia llegado á ser insostenible,
era por no haberse todavía organizado la insur-
D u h e s a i e
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