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de cerca, que, en caso necesario, bastasen pocas
horas para acudir á su defensa, y se eligió á Utrera
que reúne esas condiciones y es el lugar verdaderamente
estratégico en el objeto presumible de aquella
campaña. Los oficiales de ingenieros D. José María
Huety D. Antonio Remon Zarco del Valle, agregados
ai estado mayor de Castaños, formaron inmediatamente
los itinerarios, clasificando los puntos de
tránsito según las operaciones á que pudiera dar lugar
la invasión francesa en aquellos momentos; y el
dia 12, en que llegó el cuartel general á Utrera, fué
el en que empezó á tomar cuerpo aquella masa de
tropas y de voluntarios que acudían de todas las
partes de Andalucía al llamamiento de la patria.
En Carmona, sin embargo, quedó el general
marqués de Coupigní, encargado del mando del
cuerpo de vanguardia, en que recibieron también
destino el brigadier Venegas y el teniente coronel
D. Juan de la Cruz Mourgeon.
Su misión era la de distraer la atención del ejército
francés cuyos destacamentos llegaban á La Carlota
y Ecija, para ocultar mejor el movimiento retrógrado
de Castaños y amenazar los flancos y las
comunicaciones de los invasores de Córdoba. Y tal
fué la actividad que desplegó Coupigní y tan atrevidas
y hábiles fueron las operaciones de Venegas y
de Mourgeon, que, según veremos después, contribuyeron
poderosamente á la retirada del ejército
francés.
Utrera quedó convertido en un vasto campo de Organización
instrucción. Los veteranos, como los reclutas, em- del ejército,
pleaban ocho horas del dia en ejercicios doctrinales,