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tropas menos consistentes dei ejército, formadas de
reclutas y voluntarios del dia anterior, era éste el
menos importante si se comparaba con el de la colocación
respectiva de los dos ejércitos españoles, con
referencia á la línea general de batalla más conveniente
en aquel caso. En vez de adelantarse á ocupar
la línea, de las alturas que tenían á su frente,
continuación de ta que señalan el Monclin y el borde
del páramo de Valdecuevas en su parte oriental,
ó de mantenerse al menos la 4. a
división de Galicia á
la altura de las demás de su mismo ejército, como
estuvo al principio por iniciativa del marqués de
Portago, las tropas de Cuesta se situaban en la llanura
inmediata á Rioseco, sin que, al decir del teniente
coronel Moscoso, las desigualdades del terredo
les permitiesen, verlo (desde las posiciones de
Blake) ni las etiquetas de aliados examinarlo. Aquella
posición, no sólo era humilde é imposible de defender
si los enemigos se apoderaban del páramo
que se elevaba á su derecha, sino que, por esta misma
causa y por la de la distancia que separaba los
dos ejércitos, permitiría á los enemigos introducirse
impunemente entre ellos y batirlos en detall, sin
que lograran nunca los españoles auxiliarse, ni menos
combinar ataque alguno, si aquellos eran rechazados
en los que intentasen (1).
Si se quiere formar una idea del desmembramiento
del ejército español, de la dislocación de las
[\) Se lee en Victorias y Conquistas: «Cuesta tomó posición a
• retaguardia al otro lado del camino, dejando entre sus divisiones
»y las de Rlake un vacio tan ancho y espacioso, que aquellos dos
«cuerpos más parecían dos ejércitos distintos que el cuerpo escalonado
de uno solo.»