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en el hueco de la puerta. Ya fuera dei arrabal, desplegó
la columna y, aunque irregularmente por falta
de espacio, formó en batalla y rompió el fuego
para despejar la muralla.
Los defensores, reforzados en el momento por un
destacamento de Ultonia mandado por su teniente
coronel D. Pedro O'Daly, sostuvieron valientemente
el ataque, derribando primero por tierra á los artilleros
conductores de los petardos y cubriendo de fuego
la línea francesa que no pudo resistirlo sino muy
corto tiempo, retirándose á sus posiciones de Palau-
Sacosta.
Lá misma suerte corrió otro grueso destacamento
con que Duhesme hizo atacar el fuerte de Capuchinos,
no sabemos si con el objeto de apoderarse de él
ó con el de distraer sus fuegos que podrían dañar
mucho á los asaltantes de la puerta del Carmen. La
metralla azotó de tal manera á los del destacamento,
que hubieron de volver inmediatamente la espalda,
no sin dejar sembrada de cadáveres la falda de la
montaña que corona el fuerte (1).
(4) No están de acuerdo sobre la prioridad en estosdos ataques
el célebre ingeniero Brigadier Minan' y el Correo de Gerona, cuya
relación copia y acepta Cabanes en su «Historia de las operaciones
del ejército de Cataluña.»
Aquel dice que los franceses emprendieron el ataque de Capuchinos
para ocultar el de la puerta del Carmen, y el Correo supone
que viendo este ataque frustrado intentaron el del fuerte. Bien estudiado
todo, aparecen casi simultáneos los dos ataques.
De las memorias de Duhesme es imposible deducir nada circunstanciado
ni exacto. Todo el primer sitio de Gerona está encerrado
en estas breves lineas: «Esta plaza se hallaba, pues, al abrigo
"de un golpe de mano; pero como la intrepidez francesa no calcula
"nada, no se dejo de intentar un asalto que tuvo desiertos un Ensatante
los parapetos en que aparecieron algunos de nuestros valientes;
lo cual infundió tal espanto en la junta sublevada, que hizo