29.03.2013 Views

Mario%20Puzo%20-%20El%20Padrino

Mario%20Puzo%20-%20El%20Padrino

Mario%20Puzo%20-%20El%20Padrino

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Excepto, naturalmente, en la canción a dúo, la que habían interpretado en la<br />

boda de Connie. Tendría que reservarse para aquella canción.<br />

Hizo levantar a Nino y ambos se colocaron frente a sus respectivos micrófonos.<br />

Nino falló nada más abrir la boca, y seguidamente volvió a equivocarse.<br />

– ¿Es que quieres hacer horas extras? –le dijo Johnny en tono amistoso.<br />

– Es que sin mi mandolina me siento extraño –alegó Nino.<br />

Johnny reflexionó durante unos instantes.<br />

– Sostén el vaso de whisky en la mano –dijo al fin.<br />

Había encontrado la solución. De vez en cuando Nino bebía un trago, pero lo<br />

estaba haciendo bien. Johnny cantaba suavemente, sin forzar la voz,<br />

limitándose a acompañar a Nino. Esta forma de cantar no le proporcionaba<br />

satisfacción alguna, pero se sorprendió al comprobar su propio dominio de la<br />

técnica. Diez años de vocalización tenían que servir para algo.<br />

Cuando llegaron al dúo, la última canción del disco, Johnny lo dio todo. Al<br />

terminar, le dolía la garganta. Los músicos, a pesar de su veteranía y a<br />

despecho de hallarse de vuelta de todo, musicalmente hablando, pusieron el<br />

alma en esa pieza. Como tenían las manos ocupadas sosteniendo los<br />

instrumentos, aplaudieron con los pies. Para demostrar su entusiasmo, el<br />

tambor dedicó a Johnny y a Nino unos magníficos redobles.<br />

La grabación, contando las lógicas interrupciones, duró cuatro horas. Eddie<br />

Neils se acercó a Johnny.<br />

– Ha cantado usted muy bien, muchacho –le dijo el director–. Creo que puede<br />

perfectamente grabar un disco. Tengo una canción que sería perfecta para<br />

usted.<br />

Johnny hizo un gesto negativo<br />

– No nos engañemos, Eddie. Dentro de un par de horas, la ronquera no me<br />

dejará ni siquiera hablar. ¿Cree usted que se podrá aprovechar mucho de lo<br />

que hemos hecho hoy?<br />

– Nino tendrá que volver al estudio mañana –replicó Eddie con expresión<br />

pensativa–. Ha cometido algunos errores, pero es mucho mejor de lo que me<br />

imaginaba. En cuanto a lo que usted ha cantado, haré que los técnicos de<br />

sonido arreglen lo que no me guste. ¿De acuerdo?<br />

– De acuerdo, Eddie. ¿Cuándo podré escuchar la grabación?<br />

– Mañana por la noche. ¿En su casa, Johnny?<br />

– Perfecto. Gracias, Eddie. Hasta mañana.<br />

Tomó del brazo a Nino y ambos salieron del estudio. No fueron a casa de<br />

Ginny, sino a la de Johnny.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!