29.03.2013 Views

Mario%20Puzo%20-%20El%20Padrino

Mario%20Puzo%20-%20El%20Padrino

Mario%20Puzo%20-%20El%20Padrino

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Lo que siguió fue inevitable. Una noche, la esposa de Vito se presentó en el<br />

piso con una vecina viuda, la signara Colombo. Era italiana y de conducta<br />

irreprochable. Trabajaba mucho para salir adelante. Su hijo, de dieciséis años,<br />

le entregaba cada semana el sobre de la paga sin abrir, al estilo del viejo país;<br />

su hija, que contaba diecisiete y era modista, hacía lo mismo. Y por la noche,<br />

toda la familia trabajaba cosiendo botones en prendas confeccionadas, lo cual,<br />

aun estando mal pagado, suponía una ayuda.<br />

Tras las presentaciones, la esposa de Vito Corleone dijo:<br />

– La signara quisiera pedirte un favor. Tiene un problema.<br />

Vito esperaba que le pidiera dinero, y estaba dispuesto a dárselo. Pero no, no<br />

se trataba de dinero. La señora Colombo tenía un perro, al que su hijo menor<br />

adoraba y por cuya causa el dueño de la casa había recibido quejas de los<br />

inquilinos, ya que el chucho ladraba mucho por las noches. La cuestión era que<br />

la señora Colombo se había visto obligada a deshacerse del animal, y que<br />

cuando lo había intentado éste había regresado a la casa. A raíz de ello, el<br />

propietario le ordenó que desalojara el piso, ante lo cual la pobre mujer<br />

prometió que esta vez sí se desharía definitivamente del perro. Pero no lo hizo,<br />

y el propietario estaba tan enfadado que no quería transigir. La mujer y sus<br />

hijos tendrían que abandonar el apartamento, y si no lo hacían la policía le<br />

echaría los muebles a la calle. ¡Con lo que había llorado su hijito la vez que<br />

entregaron el perro a unos parientes que vivían en Long Island! ¡Y todo para<br />

nada! Perderían el piso.<br />

Amablemente, Vito Corleone preguntó a la mujer:<br />

– ¿Y por qué viene a mí en busca de ayuda?<br />

La señora Colombo señaló a su esposa.<br />

– Porque ella me dijo que lo hiciera.<br />

Vito Corleone estaba muy sorprendido. Su esposa nunca había hecho la menor<br />

mención de las ropas que había lavado la noche en que había matado a<br />

Fanucci. Nunca le había preguntado de dónde salía el dinero, teniendo en<br />

cuenta que no trabajaba. Incluso ahora, su cara era impasible.<br />

– Puedo darle algún dinero para ayudarle a encontrar otro piso –dijo Vito a la<br />

señora Colombo–. ¿Es eso lo que quiere?<br />

Llorando, la mujer argumentó:<br />

– Todas mis amigas están aquí. Nuestra amistad viene de Italia. ¿Cómo voy a<br />

mudarme a un vecindario extraño? Quiero que hable con el propietario de la<br />

casa, quiero que lo convenza de que no me eche a la calle.<br />

– Siendo así, no se preocupe. No tendrá que dejar el piso. Hablaré con él<br />

mañana por la mañana.<br />

Su esposa le dirigió una sonrisa cuyo significado él no entendió, pero que le<br />

complació. La señora Colombo no parecía estar muy convencida.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!