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Mario%20Puzo%20-%20El%20Padrino

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– Tal vez se estén quietos – aventuró Sonny–. Saben que nuestra réplica sería<br />

contundente. Tengo razones para creer que tal vez se contenten con una<br />

indemnización por la muerte de Bruno.<br />

– Estos últimos meses les han salido muy caros, y nos consideran<br />

responsables de ello –repuso Hagen–. Y tienen razón. Pienso que lo que<br />

quieren de nosotros es que entremos en el tráfico de drogas, aprovechando las<br />

influencias políticas de la Familia. En otras palabras, el trato de Sollozzo, pero<br />

sin Sollozzo. Aunque ellos no nos lo dirán hasta que nos hayan devuelto<br />

algunos de los golpes que les hemos asestado. Deben pensar que luego,<br />

cuando nos hayan ablandado un poco, estaremos dispuestos a escuchar sus<br />

propuestas en relación con las drogas.<br />

– Nada de drogas –dijo Sonny ásperamente–. El Don ha dicho que no, y será<br />

no mientras él no ordene lo contrario.<br />

– Entonces debemos enfrentarnos con un problema táctico –señaló Hagen–.<br />

Nuestro dinero está a la vista. Apuestas y lotería. Pueden herirnos con<br />

facilidad. Pero la familia Tattaglia tiene la prostitución y el sindicato de obreros<br />

portuarios. ¿Cómo podremos herirles nosotros? Algunas de las demás Familias<br />

se dedican un poco al juego, pero la mayor parte de sus ingresos procede,<br />

sobre todo, de la construcción y la usura. Además, controlan los sindicatos y<br />

obtienen los contratos gubernamentales. Su dinero no está en la calle. El night–<br />

club de los Tattaglia es demasiado famoso para que podamos actuar en él; el<br />

escándalo sería mayúsculo. Y con el Don fuera de combate, su influencia<br />

política iguala a la nuestra. El problema no es de fácil solución.<br />

– Es mi problema, Tom –dijo Sonny–, y debo ser yo quien decida. Encárgate de<br />

que sigan las negociaciones. Reemprendamos nuestros negocios y esperemos<br />

a ver qué ocurre. Si lo que las Cinco Familias quieren es la guerra, pues la<br />

tendrán. Clemenza y Tessio tienen hombres suficientes para hacer frente a<br />

todos. Si es preciso, presentaremos batalla.<br />

Con los “independientes” de Harlem no hubo problema. La policía se encargó<br />

de que abandonaran el negocio. Los negros nada pudieron hacer, pues por<br />

aquel entonces era prácticamente imposible que un hombre de color lograra<br />

sobornar a un policía, debido, más que nada, a los prejuicios raciales. Harlem<br />

siempre había sido considerado un problema de poca monta, y los hechos<br />

demostraron que así era, en efecto.<br />

Las Cinco Familias golpearon en una dirección inesperada. Dos poderosos<br />

miembros del sindicato de la confección, pertenecientes a la familia Corleone,<br />

fueron asesinados. Seguidamente, los usureros de la familia Corleone fueron<br />

barridos de los muelles, así como los corredores de apuestas. Los estibadores<br />

se pasaron a las Cinco Familias. Los corredores de apuestas de los Corleone<br />

fueron amenazados para obligarlos a cambiar de bando. El más importante<br />

lotero de Harlem, un viejo amigo y aliado de la familia Corleone, resultó<br />

brutalmente asesinado. No había alternativa. Sonny dio a sus “caporegimi” la<br />

orden de presentar batalla.<br />

La Familia adquirió dos apartamentos en la ciudad. Amueblarlos fue fácil, pues<br />

sólo se necesitaban colchones para que los hombres pudieran dormir, una

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