29.03.2013 Views

Mario%20Puzo%20-%20El%20Padrino

Mario%20Puzo%20-%20El%20Padrino

Mario%20Puzo%20-%20El%20Padrino

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

clamaban los perjudicados. La rotura de parabrisas continuó durante varios<br />

días, hasta que alguien descubrió que aquello era obra de Albert Neri, que fue<br />

destinado a Harlem.<br />

Poco después, un domingo, Neri y su esposa fueron a visitar a la hermana de<br />

él, que era viuda y vivía en Brooklyn. Albert Neri sentía por su hermana un<br />

exagerado afecto protector –común, por lo demás, a todos los sicilianos–, y la<br />

visitaba aproximadamente cada dos meses, para asegurarse de que se<br />

encontraba bien. La hermana era mucho mayor que él, y tenía un hijo de veinte<br />

años, Thomas, que, debido tal vez a la falta del padre constituía para su madre<br />

una verdadera fuente de problemas. El chico no iba con buenas compañías.<br />

En cierta ocasión, y gracias a la intervención de Neri, Thomas consiguió<br />

librarse de una acusación de hurto. No obstante, el policía le advirtió a su<br />

sobrino:<br />

– Oye, Tommy: si vuelves a hacer llorar a mi hermana, tú y yo nos veremos las<br />

caras.<br />

El tono no había sido realmente amenazador, pues Neri le había hablado más<br />

como tío que como policía, pero el chico, a pesar de ser el muchacho más duro<br />

del vecindario, se sintió impresionado por la advertencia.<br />

Cuando aquel domingo Albert y Rita llegaron a casa de la hermana de él,<br />

Tommy aún dormía, pues el día anterior había regresado muy tarde por la<br />

noche. Su madre fue a despertarlo, y le dijo que se vistiera para sentarse a la<br />

mesa con sus tíos y con ella.<br />

Albert y Rita oyeron claramente, a través de la puerta semiabierta del<br />

dormitorio, que el chico le espetaba con voz áspera a su madre:<br />

– ¡Que se vayan a la mierda! Déjame dormir. Así pues, tuvieron que comer sin<br />

Tbmmy. Neri preguntó a su hermana cómo se portaba el muchacho, y ella<br />

respondió que no del todo mal.<br />

Cuando Neri y su esposa estaban a punto de marcharse, Tommy se levantó.<br />

Sin apenas saludar, se metió en la cocina, y desde allí gritó:<br />

– ¡Eh, mamá! Prepárame algo de comer. La madre, con voz chillona, replicó:<br />

– Haberte sentado a la mesa con nosotros. No pienso volver a cocinar.<br />

La desagradable escena seguramente se había producido mil veces, pero ese<br />

día, Tommy, debido tal vez a que todavía estaba medio dormido, cometió una<br />

equivocación.<br />

– ¡A la mierda tú y tus regañinas! Comeré en otra parte.<br />

Nada más pronunciar esas palabras, Tommy se arrepintió de haberlo hecho.<br />

Su tío Al se le echó encima, como un gato sobre un ratón. No por aquel insulto<br />

a su hermana en concreto, sino porque pensó que escenas como ésa debían<br />

de repetirse a diario. Tommy nunca se había atrevido a hablar así delante del<br />

hermano de su madre, pero una distracción la tiene cualquiera, y Tommy, para<br />

su desgracia, aquel domingo la tuvo.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!