29.03.2013 Views

Mario%20Puzo%20-%20El%20Padrino

Mario%20Puzo%20-%20El%20Padrino

Mario%20Puzo%20-%20El%20Padrino

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ocasiones aquellas fiestas habían degenerado en escandalosas orgías,<br />

intervención de la policía incluida. Para evitarlo, Woltz decidió que se<br />

celebraran en casa de su consejero de relaciones públicas, que estaría allí para<br />

sobornar a los periodistas y a la policía si llegaba el caso.<br />

Para algunos jóvenes y viriles actores que no habían alcanzado todavía el<br />

estrellato, la asistencia a la fiesta de cada viernes no siempre era una tarea<br />

agradable. La excusa para la convocatoria de aquellas bacanales era siempre<br />

la misma: un pase de preestreno de alguna película. La gente decía: “Vamos a<br />

ver qué tal es la nueva película de fulanito”. Así, la cosa tenía un aire<br />

absolutamente profesional.<br />

Las jóvenes aspirantes a actrices tenían prohibida la entrada. Generalmente<br />

bastaba con insinuarles que su presencia no sería grata y la mayoría no<br />

insistía.<br />

Los pases de las películas se efectuaban a medianoche. Johnny y Nino<br />

llegaron a las once. Roy McElroy era, a primera vista, un hombre de una<br />

simpatía desbordante, bien educado e impecablemente vestido.<br />

– Pero ¿qué estás haciendo tú aquí? –preguntó asombrado a Johnny.<br />

– He querido que mi primo del pueblo vea el ambiente de Hollywood. Te<br />

presento a Nino –explicó Johnny, estrechando la mano del empleado de Woltz.<br />

Después de saludar también a Nino, McElroy exclamó:<br />

– ¡Se lo comerán vivo!<br />

Luego los acompañó a la parte posterior de la mansión, al “patio”.<br />

El patio consistía en una serie de enormes estancias, cuyos ventanales<br />

acristalados –ahora abiertos– daban a un jardín, en medio del cual había una<br />

piscina. En el lugar se encontraban, por lo menos, un centenar de personas,<br />

todas con una copa en la mano. Las luces habían sido dispuestas de modo que<br />

favorecieran el rostro y el cutis de las mujeres. Nino había visto todos aquellos<br />

rostros muchas veces en la pantalla desde que era un adolescente. Sus<br />

sueños eróticos habían tenido a muchas de aquellas mujeres como<br />

protagonistas. Pero ahora, al verlas en carne y hueso, se sentía un poco<br />

decepcionado. Nada podía ocultar el cansancio de los espíritus y de los<br />

cuerpos; el tiempo había dejado su huella. Las viejas actrices se movían con el<br />

mismo encanto que en la pantalla, pero parecían estar hechas de cera,<br />

incapacitadas para estimular a ningún hombre. Nino se tomó un par de copas y<br />

se acercó a una mesa cubierta de botellas. Johnny lo acompañó y poco<br />

después, detrás de ellos, se oyó la mágica voz de Deanna Dunn.<br />

Nino, como millones de hombres, nunca podría olvidar aquella voz maravillosa.<br />

Sin embargo, Deanna Dunn, la ganadora de dos Osear, era una de las mujeres<br />

más groseras de Hollywood. En la pantalla, su encanto felino la había hecho<br />

irresistible para todos los hombres, pero en sus películas nunca había<br />

pronunciado las palabras que en aquellos momentos salían de su boca.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!