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Mario%20Puzo%20-%20El%20Padrino

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indignación pública podía poner en peligro el sistema democrático, cosa que<br />

sería fatal para él y otros como él. Su imperio era sólido, al menos desde un<br />

punto de vista interno, por ello decidió que lo primero que debía hacer era<br />

conseguir la paz entre las diversas facciones de Nueva York, y luego hacerla<br />

extensible a la nación.<br />

Sabía perfectamente que la misión que se había impuesto era muy peligrosa.<br />

Durante un año se dedicó a entrevistarse con una serie de jefes de las bandas<br />

de Nueva York; los sondeó hábilmente, supo cuáles eran sus aspiraciones, les<br />

propuso esferas de influencia que serían respetadas por todos, y también les<br />

habló de la creación de un comité de grandes jefes. Pero había demasiadas<br />

facciones, demasiados intereses opuestos. El acuerdo era imposible. Como<br />

otros grandes caudillos y legisladores de la historia, Don Corleone decidió que<br />

la paz sería una quimera hasta que el número de “reyes” y “estados” quedara<br />

reducido a una cifra más manejable.<br />

Había cinco o seis “Familias” demasiado poderosas para ser eliminadas, pero<br />

el resto, como los terroristas de la Mano Negra, los usureros independientes,<br />

los apostadores que operaban sin la protección de las autoridades, tendrían<br />

que desaparecer. Y así, Don Corleone montó lo que podía considerarse una<br />

especie de guerra colonial, en la que puso todos los recursos de su<br />

organización.<br />

Llevó tres años pacificar Nueva York, pero valió la pena. Al principio, las cosas<br />

presentaron mal aspecto. Un grupo de pistoleros irlandeses, a los que el Don<br />

se había propuesto exterminar, estuvieron a punto de echarlo todo a rodar el<br />

día en que uno de ellos, con valentía suicida, atravesó el cordón que protegía<br />

al Don y le disparó un tiro en el pecho. El autor del atentado fue acribillado a<br />

balazos de inmediato, pero el daño ya estaba hecho.<br />

No obstante, el incidente hizo que Santino Corleone tuviese su oportunidad.<br />

Con su padre fuera de circulación, Sonny se puso al mando de un grupo, su<br />

propio “regime”, con el grado de “caporegime”, y como un nuevo Napoleón<br />

demostró sus grandes cualidades para la lucha en la ciudad. También<br />

demostró una extrema crueldad, la carencia de la cual había sido el único<br />

defecto de Don Corleone como conquistador.<br />

De 1935 a 1937, Sonny Corleone adquirió una gran reputación como el<br />

ejecutor más cruel que había conocido el mundo del hampa. Sin embargo,<br />

había otro hombre que le superaba en crueldad: el terrible Luca Brasi.<br />

Fue Brasi quien se encargó del resto de los pistoleros irlandeses, a quienes<br />

eliminó personalmente y uno a uno, y él solo quien, cuando una de las seis<br />

Familias más poderosas trató de convertirse en protectora de los<br />

independientes, asesinó a su jefe a modo de advertencia. Poco después el Don<br />

se recobró de su herida e hizo la paz con aquella Familia.<br />

En 1937, la paz y la armonía reinaban en la ciudad de Nueva York, a<br />

excepción, claro está, de pequeños incidentes y malentendidos que en<br />

ocasiones terminaban de forma dramática. Del mismo modo que los jefes de<br />

las ciudades de la antigüedad siempre vigilaban con ansiedad a las tribus<br />

bárbaras que merodeaban por las cercanías, Don Corleone nunca perdía de

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