29.03.2013 Views

Mario%20Puzo%20-%20El%20Padrino

Mario%20Puzo%20-%20El%20Padrino

Mario%20Puzo%20-%20El%20Padrino

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

– No hagas tonterías, muchacho –dijo Johnny, de pronto muy serio–. Una<br />

mujer como esa puede ayudarte muchísimo. Parece mentira. Todavía tengo<br />

pesadillas cuando recuerdo aquellas viejas y feas putas con las que solías<br />

acostarte.<br />

Nino, con voz de borracho y sin preocuparle el que pudieran oírle, dijo:<br />

– Sí, eran feas y viejas, lo reconozco, pero eran mujeres de verdad.<br />

Deanna Dunn, que estaba cerca, volvió la cabeza.<br />

Nino le hizo una breve reverencia.<br />

– No eres más que un paleto, Nino –dijo Johnny.<br />

– Y no pienso cambiar –replicó Nino, con voz pastosa.<br />

Johnny le entendía a la perfección. Sabía que Nino no estaba tan ebrio como<br />

quería aparentar, que lo simulaba porque consideraba que era la única forma<br />

de decir ciertas cosas que estando sobrio no quedarían demasiado bien,<br />

teniendo en cuenta que Johnny era ahora su nuevo “padrone”.<br />

Johnny Fontane le pasó el brazo por los hombros y, amistosamente, le dijo:<br />

– Eres un pillo, Nino. Sabes que tienes contrato por un año, y que, digas lo que<br />

digas o hagas lo que hagas, no puedo despedirte.<br />

– ¿Que no puedes despedirme? –dijo Nino, con la gracia de los borrachos.<br />

– Claro que no.<br />

– Pues aguántate.<br />

Por un instante, ante la despreocupada sonrisa de Nino, Johnny notó que la<br />

irritación empezaba a dominarlo. Pero los años le habían hecho perder buena<br />

parte de su orgullo. Por otra parte, últimamente sabía comprender mejor a los<br />

demás. Y ahora comprendía a Nino, ahora sabía por qué su antiguo amigo no<br />

había triunfado, ahora sabía por qué estaba tratando de destruir todas sus<br />

posibilidades de triunfo. Nino no quería pagar el precio del éxito; se sentía<br />

ofendido por todo lo que Johnny, su amigo de la infancia, estaba haciendo por<br />

él.<br />

Johnny le tomó del brazo y lo acompañó fuera de la casa. Apenas si podía<br />

sostenerlo. En tono persuasivo, le dijo:<br />

– De acuerdo, muchacho, lo único que te pido es que cantes para mí. Por lo<br />

demás, haz lo que quieras. No quiero dirigir tu vida. Lo único que debes hacer<br />

es cantar para que, ahora que no puedo cantar, por lo menos consiga ganarme<br />

algún dinero.<br />

– Cantaré, Johnny –repuso Nino, con voz apenas comprensible–. Ahora soy<br />

mejor cantante que tú. Siempre he sido mejor que tú ¿te enteras?<br />

De modo que era eso, pensó Johnny. Sabía que Nino nunca había podido<br />

competir con él, ni cuando ambos cantaban juntos, ni mucho menos después,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!