Farias Victor, Heidegger y el nazismo
Farias Victor, Heidegger y el nazismo
Farias Victor, Heidegger y el nazismo
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Víctor <strong>Farias</strong><br />
<strong>Heidegger</strong> y <strong>el</strong> <strong>nazismo</strong><br />
¡Fiesta d<strong>el</strong> Solsticio de 1933! Los días pasan. Se hacen cada vez más cortos.<br />
Pero en nosotros aumenta <strong>el</strong> coraje para atravesar las tinieblas que se aproximan.<br />
Jamás debemos quedarnos ciegos en la lucha. ¡Llama, instrúyenos! ¡Esclarécenos!<br />
¡Muéstranos <strong>el</strong> camino d<strong>el</strong> que ya no se vu<strong>el</strong>ve atrás! ¡Que broten las llamas, que<br />
se enciendan los corazones! 144<br />
La totalidad de los trabajos que pretenden morigerar <strong>el</strong> grado<br />
de compromiso de Martin <strong>Heidegger</strong> con <strong>el</strong> nacionalsocialismo, o que<br />
quieren ver en él un sentido más profundo y «metafísico», se<br />
caracterizan, entre otras cosas, por la ignorancia sistemática de los<br />
textos en los que <strong>Heidegger</strong> nos informa de su fe nazi ligada a la<br />
persona de Adolf Hitler. El hechizo al que sucumbieron millones de<br />
alemanes se apoderó también de <strong>Heidegger</strong>. El testimonio de Karl<br />
Jaspers es rev<strong>el</strong>ador. En una conversación de julio de 1933, Jaspers<br />
le pregunta a <strong>Heidegger</strong>: « ¿Cómo pudo usted pensar que un hombre<br />
tan inculto como Hitler podría gobernar Alemania». <strong>Heidegger</strong><br />
respondió: «La cultura no tiene importancia. ¡Observe qué<br />
maravillosas son sus manos!». 145 Es precisamente este pathos lo que<br />
<strong>Heidegger</strong> comunicará a los estudiantes en un artículo de su revista<br />
de noviembre de 1933, en <strong>el</strong> que asimila la persona de Hitler a la de<br />
la vanguardia revolucionaria, haciendo d<strong>el</strong> Führer un principio de<br />
existencia.<br />
Estudiantes alemanes:<br />
La revolución nacionalsocialista anuncia la transformación completa de<br />
nuestra existencia alemana.<br />
A vosotros incumbe participar de este proceso (Geschehen), a vosotros que<br />
queréis ir cada vez más ad<strong>el</strong>ante, que estáis siempre dispuestos, que sois tenaces y<br />
no dejáis de crecer. Vuestra voluntad de saber busca la experiencia de lo esencial,<br />
de lo simple, de lo grande.<br />
Tenéis prisa de veros expuestos a lo que os asalta y os ciñe cada vez más y<br />
os compromete cada vez más lejos.<br />
Sed firmes y auténticos en vuestra exigencia. Manteneos íntegros y seguros<br />
en vuestro rechazo. No cambiéis <strong>el</strong> saber conquistado por una actitud egoísta y<br />
arrogante (eitlen S<strong>el</strong>bstbesitz). Conservadlo como la posesión original indispensable<br />
d<strong>el</strong> hombre a quien <strong>el</strong> Estado ha deparado <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> de jefe (des führerischen<br />
Menschen) en las profesiones que tienen vocación de pueblo d<strong>el</strong> Estado. Ya no<br />
podéis ser solamente aqu<strong>el</strong>los que «escuchan». Estáis obligados a participar en <strong>el</strong><br />
saber, a participar en la acción que consiste en la creación de la escu<strong>el</strong>a superior (la<br />
universidad), donde está <strong>el</strong> futuro d<strong>el</strong> espíritu alemán. Es preciso que cada uno dé<br />
prueba de sus dotes y de sus privilegios y los justifique. Y esto sólo es posible<br />
consagrándose combativamente (kämpferischer Einsatz) a la lucha que <strong>el</strong> pueblo<br />
mantiene en su propio nombre.<br />
Que la constancia en vuestra voluntad de seguir ad<strong>el</strong>ante (todos juntos) se<br />
refuerce día a día, hora a hora. Que siga creciendo imparable la fuerza de sacrificio<br />
por la salvación (Rettung) de la esencia de nuestro pueblo en <strong>el</strong> seno de su Estado<br />
y por la grandeza de su fuerza más íntima.<br />
Que los principios y las «ideas» no sean la regla de vuestra existencia.<br />
El propio Führer y sólo él es la realidad alemana de hoy pero también d<strong>el</strong><br />
porvenir y su ley. Aprended siempre a saber cada vez más. A partir de ahora cada<br />
hecho requiere decisión y toda acción exige responsabilidad.<br />
¡Heil Hitler!<br />
Martin <strong>Heidegger</strong>, rector. 146<br />
134