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Farias Victor, Heidegger y el nazismo

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Víctor <strong>Farias</strong><br />

<strong>Heidegger</strong> y <strong>el</strong> <strong>nazismo</strong><br />

d<strong>el</strong> otro como otro, es decir, como un igual, es deficiente, y de ahí<br />

que sólo quepa oprimirlo sin consideración alguna». 173<br />

Sin embargo, y justamente porque es verdad, una crítica<br />

semejante requiere una fundamentación más amplia, ya que no<br />

demuestra suficientemente <strong>el</strong> momento afirmativo de las actitudes de<br />

<strong>Heidegger</strong> d<strong>el</strong> año 1933. Sólo aclara la posibilidad de que <strong>Heidegger</strong><br />

se compenetrara con ideas nacionalsocialistas sin mencionar por qué<br />

motivos las adoptó. La crítica únicamente es posible si se<br />

demuestran, a partir de Ser y Tiempo, los momentos afirmativos que<br />

pueden interpretarse como indicios de la evolución posterior de<br />

<strong>Heidegger</strong> hacia <strong>el</strong> fascismo nacionalsocialista. En otras palabras, es<br />

preciso demostrar la continuidad interior d<strong>el</strong> pensamiento de<br />

<strong>Heidegger</strong>, entre 1927 y 1933, partiendo de aqu<strong>el</strong>los <strong>el</strong>ementos de su<br />

filosofía que eran válidos en esas lechas y para los cuales <strong>Heidegger</strong><br />

disponía de una justificación «objetiva» dentro de su sistema. Pero<br />

esto exige, ante todo, un rechazo de aqu<strong>el</strong>la convicción, más o menos<br />

extendida, según la cual <strong>el</strong> único objeto de las reflexiones de Ser y<br />

Tiempo era la existencia individual, aislada y perdida en un solipsismo<br />

de angustia. En 1927, <strong>Heidegger</strong> establece la diferencia entre<br />

existencia «auténtica» e «inauténtica», y extrae todas las<br />

determinaciones de la existencia «inauténtica», justamente, de la<br />

investigación de la existencia individualizada, que no tiene otro<br />

camino a la vida social como no sea la «masificación». Por <strong>el</strong><br />

contrario, la posibilidad de una existencia «auténtica» se demuestra<br />

en <strong>el</strong> marco de una vida en común, que excluye básicamente<br />

cualquier masificación. En efecto, <strong>Heidegger</strong> encuentra una mediación<br />

histórico-ontológica entre la existencia individual y colectiva en lo que<br />

<strong>el</strong> denomina «tradición», que fundamenta la existencia auténtica en<br />

tanto que ésta la asume como su «herencia».<br />

«Que <strong>el</strong> estado de resu<strong>el</strong>to sepa explícitamente la procedencia<br />

de las posibilidades sobre las cuales se proyecta, no es necesario.<br />

Pero es efectivamente en la temporalidad de la realidad humana y<br />

únicamente en <strong>el</strong>la donde recibe la posibilidad de llegar a tomar<br />

(holen) explícitamente, en la comprensión de la realidad humana<br />

transmitida, <strong>el</strong> poder ser existencial sobre <strong>el</strong> cual la realidad humana<br />

se proyecta. El estado de resu<strong>el</strong>to que vu<strong>el</strong>ve sobre sí mismo, que es<br />

transmisor de sí mismo, deviene entonces repetición de una<br />

posibilidad existencial tradicional. La repetición es la expresa<br />

tradición, que estaba presente, es decir, la vu<strong>el</strong>ta a la posibilidad de<br />

la realidad humana.» 174 La «llamada de la conciencia» no puede dar<br />

instrucciones prácticas, «porque llama al Ser-ahí a la existencia, a un<br />

poder ser sí mismo propio (eigenes S<strong>el</strong>bstseinkönnen)». 175 Pero la<br />

tradición tiene que dar algo porque, ciertamente, está r<strong>el</strong>acionada<br />

con la herencia. «El «estado de resu<strong>el</strong>to», en <strong>el</strong> que <strong>el</strong> «Ser-ahí»<br />

retrocede hacia sí mismo, abre las posibilidades fácticas de la<br />

existencia propia partiendo de la herencia que la adopta sobre sí en<br />

cuanto yecto. El resu<strong>el</strong>to retroceder al «estado de yecto entraña una<br />

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