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Farias Victor, Heidegger y el nazismo

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Víctor <strong>Farias</strong><br />

<strong>Heidegger</strong> y <strong>el</strong> <strong>nazismo</strong><br />

seguramente, sin tocar <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o de organización fascista en la que<br />

cada uno recibe «lo suyo»:<br />

Si vosotros que estáis aquí sabéis convertiros en personas sabias, nosotros<br />

no os daremos migajas o fragmentos de una «cultura general» cualquiera, y menos<br />

aún ninguna limosna. Es más: en vosotros debe despertar ese saber, por medio d<strong>el</strong><br />

cual cada uno de vosotros, en su cuerpo profesional y en su medio de trabajo,<br />

podrá llegar a ser un hombre alemán puro y decidido.<br />

Saber y dominio d<strong>el</strong> saber, como entiende estos términos <strong>el</strong><br />

nacionalsocialismo, no divide en clases sino que unifica y vincula a los compatriotas<br />

entre sí y a los cuerpos profesionales para formar la única y gran voluntad d<strong>el</strong><br />

Estado.<br />

Las palabras «trabajador» y «trabajo», igual que «saber» y «ciencia»,<br />

adquieren un sentido distinto y una sonoridad nueva. El «trabajador» no es, tal<br />

como lo expresa <strong>el</strong> marxismo, un simple objeto de explotación. El cuerpo de los<br />

trabajadores no es la clase de los desheredados que se lanza a la lucha de clases<br />

generalizada. Por otra parte, <strong>el</strong> trabajo no es tampoco simplemente la producción<br />

de mercancías para otros. El trabajo tampoco es la ocasión o <strong>el</strong> medio para ganar<br />

un salario.<br />

«Trabajo» es para nosotros <strong>el</strong> título que recibe toda acción y toda actividad<br />

regulada y determinada por la responsabilidad de cada uno, d<strong>el</strong> grupo y d<strong>el</strong> Estado<br />

y que está así al servicio d<strong>el</strong> pueblo.<br />

Por esta razón, la voluntad de tender un puente vivo entre vosotros y<br />

nosotros no puede seguir siendo un afán vacío y sin perspectiva. La voluntad de<br />

transformar esta adquisición de un trabajo en una auténtica adquisición de saber,<br />

debe ser para nosotros un objetivo irrenunciable, nunca una meta vacilante. Al<br />

mantener esta voluntad, no hacemos más que seguir la voluntad superior de<br />

nuestro Führer. Formar parte de aqu<strong>el</strong>los que lo siguen significa desear<br />

inquebrantable e insoslayadamente que <strong>el</strong> pueblo alemán reencuentre su unidad<br />

nativa (gewachsene Einheit), su simple dignidad y su auténtica fuerza, y que como<br />

Estado d<strong>el</strong> Trabajo se otorgue estabilidad y grandeza. Para <strong>el</strong> hombre de esta<br />

voluntad extraordinaria, un triple ¡Sieg Heil!<br />

En <strong>el</strong> legado de Rudolf Stad<strong>el</strong>mann, que se conserva en los<br />

archivos federales de Coblenza, se encuentra una parte de la<br />

correspondencia mantenida entre Stad<strong>el</strong>mann y <strong>Heidegger</strong>. Dos<br />

cartas de <strong>Heidegger</strong> y una de Stad<strong>el</strong>mann que data de esta época,<br />

nos informan sobre la estructura y la naturaleza de los campos de<br />

adoctrinamiento nazis para profesores y estudiantes, la participación<br />

de <strong>Heidegger</strong> y la función que les atribuía <strong>el</strong> pensador. En su carta d<strong>el</strong><br />

11 de octubre de 1933, <strong>Heidegger</strong> hace saber al joven profesor que<br />

los campos son lugares para ponerse a prueba y para la confrontación<br />

política.<br />

Para cada uno de nosotros, <strong>el</strong> campo suponía p<strong>el</strong>igros [...] Hoy debemos<br />

aprender a pensar en cosas difíciles […] No debemos evitar estas situaciones. Por <strong>el</strong><br />

contrario, cuando no surgen por sí solas, debemos buscarlas y crearlas.<br />

La divisa es: «Lentamente, debemos endurecernos». La carta<br />

en la que <strong>Heidegger</strong> hace referencia a los enfrentamientos entre<br />

distintas tendencias y a la actitud que esperaba de Stad<strong>el</strong>mann,<br />

recibió una respuesta de éste fechada <strong>el</strong> 16 d<strong>el</strong> mismo mes. En <strong>el</strong>la<br />

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