Farias Victor, Heidegger y el nazismo
Farias Victor, Heidegger y el nazismo
Farias Victor, Heidegger y el nazismo
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Víctor <strong>Farias</strong><br />
<strong>Heidegger</strong> y <strong>el</strong> <strong>nazismo</strong><br />
conocer su oposición formal a que <strong>Heidegger</strong> sea nombrado profesor<br />
en la Universidad de Munich, dando a entender claramente que él<br />
había intervenido también en Berlín y en los mismos términos.<br />
Añade: «Las autoridades responsables deben saber que, si <strong>el</strong><br />
gobierno nombra a un esquizofrénico altamente p<strong>el</strong>igroso como<br />
Führer de las universidades, o si se le facilitan cargos que permiten<br />
ejercer una influencia decisiva, toda la Alemania culta —profesores,<br />
jóvenes docentes o docentes en retiro— debe unirse para oponerse a<br />
<strong>el</strong>lo como se opondría cualquier ser normal a ser sometido a las<br />
acciones de un esquizofrénico. <strong>Heidegger</strong> es un oportunista de la peor<br />
ralea».<br />
La carta fue enviada por Jaensch a Ernst Krieck con la petición<br />
de que se valiera de <strong>el</strong>la con la mayor reserva. Sin embargo, ni <strong>el</strong><br />
ministro Schemm en Munich ni Rust en Berlín, cambiaron su opinión<br />
sobre <strong>Heidegger</strong>. Su deseo de ubicar a <strong>Heidegger</strong> en la cátedra<br />
negada a Hönigswald se mantenía invariable y acabó con la propuesta<br />
oficial de la que hemos hablado más arriba. Sólo después de la<br />
respuesta de <strong>Heidegger</strong> <strong>el</strong> dossier se reabriría proponiendo una lista<br />
que comprendía a los profesores Geissler (Ringenberg-Interlaken),<br />
Herrig<strong>el</strong> (Erlangen), Krieck (Francfort), Sauter (Viena) y Schultz<br />
(Görlitz).<br />
Martin <strong>Heidegger</strong> comunicó su respuesta negativa al ministro<br />
Schemm en una carta d<strong>el</strong> 15 de enero de 1934 en la que decía:<br />
Dado que <strong>el</strong> problema de mi sucesión al rectorado de nuestra universidad es<br />
actualmente insoluble y que <strong>el</strong> trabajo comenzado se vería amenazado, he decidido<br />
permanecer en Friburgo. Mantengo siempre viva la esperanza de encontrar un<br />
sucesor conveniente [...]. Agradeciéndole de nuevo la confianza que su propuesta<br />
expresa, quedo de nuevo a su disposición. ¡Heil Hitler! Su Martin <strong>Heidegger</strong>.<br />
Los ataques de Ernst Krieck y de su fracción<br />
La violenta denuncia de Jaensch tiene <strong>el</strong> estilo de las<br />
discusiones ideológicas bajo <strong>el</strong> <strong>nazismo</strong>, pero marca también <strong>el</strong><br />
comienzo de la ofensiva d<strong>el</strong> grupo de Ernst Krieck contra Martin<br />
<strong>Heidegger</strong>. Sus ataques están dirigidos sobre todo contra <strong>el</strong><br />
«lenguaje» d<strong>el</strong> filósofo, y <strong>Heidegger</strong> debía estar al corriente de la<br />
empresa lanzada contra él. En efecto, es ingenuo pensar que sólo por<br />
azar apareciera precisamente en ese momento un artículo de su<br />
asociado J. Harms, en <strong>el</strong> que se <strong>el</strong>ogiaba <strong>el</strong> lenguaje de <strong>Heidegger</strong><br />
como <strong>el</strong> de «un filósofo alemán». 237 A este artículo siguió otro de R.<br />
Deinhardt, aún más laudatorio. 238 El primer comentario provocó una<br />
violenta reacción de Ernst Krieck. En un trabajo publicado en 1934 en<br />
su revista Volk un Werden, Krieck dice que <strong>Heidegger</strong> «no puede<br />
escribir en alemán puesto que no piensa en alemán». 239 Poco más<br />
tarde publica otro artículo en <strong>el</strong> cual ataca duramente <strong>el</strong> vínculo que<br />
178