Farias Victor, Heidegger y el nazismo
Farias Victor, Heidegger y el nazismo
Farias Victor, Heidegger y el nazismo
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Víctor <strong>Farias</strong><br />
<strong>Heidegger</strong> y <strong>el</strong> <strong>nazismo</strong><br />
funcionario que trasmitió <strong>el</strong> informe de Epting agregó, con lápiz,<br />
«Bauch: sí; Cassirer: no, judío; Husserl: no; Driesch: no; N.<br />
Hartmann: sí».<br />
En otro memorándum, d<strong>el</strong> 19 de marzo de 1934, también<br />
r<strong>el</strong>acionado con la integración de la d<strong>el</strong>egación alemana, se puede<br />
leer: «Driesch (no, dirigente pacifista), Günther (no, ¡es una<br />
vergüenza para Alemania!), Jaspers (¡Bäumler dice no!), Groh (¡no!,<br />
casado con una judía, se abstiene políticamente), K. Löwith (no ario,<br />
rechazado), Kuhn (no ario, ya fuera de servicio). Se llega así a una<br />
lista reducida: Heyse, Bäumler, <strong>Heidegger</strong>, Nicolai Hartmann [...].<br />
Bäumler propone a Heyse como Führer». 176<br />
Las lecciones sobre la filosofía de Nietzsche<br />
Hasta mediados de la década d<strong>el</strong> 30, los lazos de <strong>Heidegger</strong> con<br />
los principios generales d<strong>el</strong> nacionalsocialismo se mantenían<br />
profundamente vivos, y esto es algo que puede demostrarse no sólo<br />
porque <strong>Heidegger</strong> interpretara las r<strong>el</strong>aciones internacionales como<br />
una «lucha» que debe resolverse tanto ideológica como<br />
institucionalmente, sino también por <strong>el</strong> comportamiento de la<br />
Administración para con él, que, por cierto, lo consideraba un<br />
«disidente» de sus propias filas.<br />
Según su propio testimonio, la posición «crítica» de <strong>Heidegger</strong><br />
durante aqu<strong>el</strong>los años se puso de manifiesto abiertamente en las<br />
lecciones sobre la filosofía de Nietzsche. En la entrevista póstuma de<br />
Der Spieg<strong>el</strong>, <strong>Heidegger</strong> señala que en esas lecciones abordó <strong>el</strong><br />
nacionalsocialismo, 177 pero las explicaciones dadas en la entrevista<br />
son ambiguas: no afirma haber criticado radicalmente <strong>el</strong><br />
nacionalsocialismo sino haber intentado un análisis d<strong>el</strong> pap<strong>el</strong> histórico<br />
y la función social d<strong>el</strong> nacionalsocialismo.<br />
Esta ambigüedad aumenta dado que <strong>Heidegger</strong> en esa época<br />
r<strong>el</strong>ativizaba la importancia «metafísica» d<strong>el</strong> nacionalsocialismo,<br />
aunque, al mismo tiempo, testimoniaba públicamente su compromiso<br />
con <strong>el</strong> partido y <strong>el</strong> «movimiento» no sólo manteniendo su condición<br />
de afiliado al NSDAP, sino además, subrayando <strong>el</strong> gesto con <strong>el</strong> que<br />
comenzaba y finalizaba sus lecciones: <strong>el</strong> saludo nacionalsocialista.<br />
Ese saludo que, durante su rectorado, había sido obligatorio, fue<br />
declarado no preceptivo por su sucesor en <strong>el</strong> cargo. Un signo claro de<br />
sus ideas políticas es que <strong>Heidegger</strong> no sólo lo observaba, sino que,<br />
incluso, intentó imponerlo. Eso es todavía más grave si se tiene en<br />
cuenta que en aqu<strong>el</strong>la época <strong>el</strong> régimen fortalecía su carácter<br />
totalitario, acentuaba la opresión y transformaba la economía<br />
alemana en una economía de guerra basada en la alianza estratégica<br />
d<strong>el</strong> gran capital con <strong>el</strong> «Estado de las SS» (según la terminología por<br />
Eugen Kogon).<br />
267