Farias Victor, Heidegger y el nazismo
Farias Victor, Heidegger y el nazismo
Farias Victor, Heidegger y el nazismo
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Víctor <strong>Farias</strong><br />
<strong>Heidegger</strong> y <strong>el</strong> <strong>nazismo</strong><br />
exageradas hacia los escritores católicos, arruina <strong>el</strong> proyecto de su<br />
fundador Karl Muth. Sería deseable que este discurso, tan objetivo y<br />
tan claro en la exposición de los aspectos positivos y negativos de<br />
ambos lados, pueda ser ampliamente conocido. Para terminar,<br />
<strong>Heidegger</strong> recomendó con insistencia a los que le escuchaban,<br />
especialmente a los alumnos d<strong>el</strong> Liceo, que se suscribieran a Gral y<br />
se afiliaran a la organización que publica esta revista. Su intervención<br />
se ganó <strong>el</strong> aplauso ensordecedor de los presentes». El Heuberger<br />
Volksbhiatt —órgano d<strong>el</strong> Zentrum católico en Messkirch— evoca a<br />
continuación la lectura que hizo <strong>el</strong> estudiante de filosofía Neusch, de<br />
pasajes extraídos de Judas <strong>el</strong> canalla de Abraham a Sancta Clara,<br />
para concluir diciendo: «Una vez que <strong>Heidegger</strong> hubo dado las<br />
gracias a todos aqu<strong>el</strong>los que habían contribuido al éxito de la<br />
ceremonia, ésta terminó con un último cántico». A esta c<strong>el</strong>ebración<br />
siguió otra, por parte de los estudiantes de la Realschule de<br />
Messkirch, en diciembre de 1909 87 .<br />
La polémica que había servido de tema central a la intervención<br />
de <strong>Heidegger</strong>, <strong>el</strong> Literaturstreit, agitaba en aqu<strong>el</strong>la época a los<br />
católicos alemanes, enfrentando a los sectores integristas y<br />
ultraconservadores dirigidos por <strong>el</strong> ideólogo vienés Richard von Kralik,<br />
y a los modernistas, agrupados alrededor de Karl Muth. Sus<br />
respectivas revistas, Der Gral y Hochland, defendían posiciones<br />
explícitamente opuestas en cuanto a la actitud que los católicos<br />
debían adoptar ante la cultura moderna y los problemas que ésta<br />
planteaba a la Iglesia y al dogma. Según von Kralik, la cultura<br />
católica, a la defensiva después de la Kulturkampf, debía volver a las<br />
fuentes y dar nacimiento a una literatura y a una ciencia<br />
específicamente católicas, ajustándose a la más estricta sumisión a la<br />
voluntad de Roma. 88 Von Kralik y su revista denunciaban la tentación<br />
de Karl Muth y su Hochland de instruirse e impregnarse de cultura no<br />
católica, afirmando que se trataba de una traición a las ideas<br />
católicas que, por naturaleza, eran superiores y verdaderas. 89 El papa<br />
Pío X intervino directamente en la polémica dirigiéndole a von Kralik<br />
una carta en ese mismo sentido. 90 Richard von Kralik era entonces la<br />
principal figura d<strong>el</strong> catolicismo integrista, poderoso en <strong>el</strong> sur de<br />
Alemania pero sobre todo en Viena, su bastión ideológico.<br />
Sus partidarios constituyeron una organización militante, <strong>el</strong><br />
Gralbund, de la que se hizo miembro <strong>el</strong> joven <strong>Heidegger</strong> y en <strong>el</strong> seno<br />
de la cual parece haber tenido funciones importantes. Por sí solo, <strong>el</strong><br />
nombre de este grupo expresa, con claridad, su inscripción dentro d<strong>el</strong><br />
ámbito bündisch que, paral<strong>el</strong>amente, en <strong>el</strong> cuadro d<strong>el</strong> movimiento<br />
juvenil (Jugendbewegung) se convertiría pronto en la juventud<br />
Völkisch, precursora inmediata d<strong>el</strong> nacionalsocialismo. En Austria, los<br />
Bündisch hicieron su aparición en las clases medias, como grupos de<br />
apoyo a los austriacos de habla alemana que luchaban por una<br />
identidad nacional «germánica». 91 El Bund reunía a sus jóvenes<br />
miembros, en «comunidad», y a través de una «vida simple»,<br />
52