Farias Victor, Heidegger y el nazismo
Farias Victor, Heidegger y el nazismo
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Víctor <strong>Farias</strong><br />
<strong>Heidegger</strong> y <strong>el</strong> <strong>nazismo</strong><br />
Alemania y un ministro que se imponía sobre <strong>el</strong>la, <strong>Heidegger</strong> no podía<br />
sino rechazar <strong>el</strong> puesto que se le ofrecía contra <strong>el</strong> agrado de sus<br />
propios colegas. Nada atestigua en los documentos que Husserl haya<br />
intervenido ante Grimme, de manera que se puede afirmar que la<br />
proposición era una iniciativa personal d<strong>el</strong> ministro. Y esto explica<br />
que, a pesar d<strong>el</strong> primer rechazo de <strong>Heidegger</strong> ante las presiones<br />
tanto de la opinión pública como de la facultad, Grimme haya<br />
continuado durante un período bastante largo insistiendo ante <strong>el</strong><br />
filósofo con la esperanza de hacerle cambiar de opinión. En su carta<br />
de rechazo, <strong>Heidegger</strong> agradecía a Grimme la confianza que éste le<br />
había manifestado.<br />
Grimme, sin embargo, continuó insistiendo e informó a<br />
<strong>Heidegger</strong> que su secretario de Estado, <strong>el</strong> doctor Richter, viajaría a<br />
Friburgo <strong>el</strong> 14 de mayo para volver a hablar sobre la cuestión; como<br />
de paso, rogaba a <strong>Heidegger</strong> que no hiciera aún pública su<br />
decisión. 213 <strong>Heidegger</strong> respondió otra vez negativamente <strong>el</strong> 17 de<br />
marzo, e insistió en la imposibilidad de ocupar la cátedra en esas<br />
condiciones. El filósofo se declaró satisfecho de saber que en los<br />
puestos más eminentes, donde se pergeñaba la vida espiritual<br />
alemana, existía una voluntad capaz de comprender que la<br />
universidad no podía ser <strong>el</strong>la misma sin que actuaran en su seno<br />
fuerzas capaces de producir una verdadera mutación; pero<br />
reafirmaba que no podía aceptar la oferta ministerial. Sin embargo,<br />
sólo después de haber enviado a Friburgo al doctor Richter e<br />
intentado reanimar la propuesta, Grimme dirigirá, <strong>el</strong> 20 de enero de<br />
1931, una proposición a Nicolai Hartmann, proposición aceptada por<br />
éste. 214 En cuanto al nombramiento de Cassirer, mencionado al<br />
principio, nada se dice y los documentos ni siquiera hacen alusión a<br />
<strong>el</strong>lo. Las fuerzas antisemitas presentes en la Universidad de Berlín se<br />
habían opuesto la primera vez a la designación de Ernst Cassirer. 215<br />
La inhabitual agitación provocada en la opinión pública por la<br />
decisión de Grimme en favor de <strong>Heidegger</strong>, y a la que éste había<br />
hecho referencia en la carta a su colega de Finanzas, se originaba<br />
sobre todo en la fuerte resistencia de la Facultad a una decisión<br />
ministerial que la agredía frontalmente. La prensa de la época reflejó<br />
los ecos de esta oposición. En un violento artículo de la revista<br />
Monistische Monatshefte, 216 se denuncia <strong>el</strong> hecho de que «un<br />
ministerio socialista proponga traer a Berlín a un reaccionario cultural<br />
[...], un irracionalista teologizante, incapaz de educar a los<br />
estudiantes con la perfecta objetividad d<strong>el</strong> espíritu científico». No sin<br />
ironía, <strong>el</strong> autor d<strong>el</strong> artículo llama la atención sobre la satisfacción de<br />
los medios tradicionalistas por la decisión de Grimme, e insta a la<br />
Facultad a redoblar esfuerzos para impedir <strong>el</strong> nombramiento de<br />
<strong>Heidegger</strong>. Esta alusión de la Monistische Monatshefte se refería con<br />
toda seguridad a comentarios publicados, en <strong>el</strong> marco de este asunto,<br />
por <strong>el</strong> Berliner Tageblatt, <strong>el</strong> Berliner Börsen-Courrier, la Frankfurter<br />
Zeitung y la Vossische Zeitung, <strong>el</strong> 28 y 29 de marzo de 1930. Se<br />
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