Farias Victor, Heidegger y el nazismo
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Víctor <strong>Farias</strong><br />
<strong>Heidegger</strong> y <strong>el</strong> <strong>nazismo</strong><br />
A los ataques dirigidos contra la Alemania hitleriana, que<br />
denunciaban en <strong>el</strong> seno de la Sociedad de Naciones la violación de los<br />
más <strong>el</strong>ementales derechos d<strong>el</strong> hombre y, en particular, la violencia<br />
antisemita, 224 <strong>Heidegger</strong> responde reemplazando la fraternidad<br />
mundial basada en la solidaridad humana por la r<strong>el</strong>ación de cada<br />
pueblo consigo mismo, enfrentado permanentemente con los otros.<br />
<strong>Heidegger</strong> tratará ahora la cuestión de la verdad:<br />
¿Cuál es <strong>el</strong> acontecimiento que aparece aquí El pueblo vu<strong>el</strong>ve a ganar la<br />
verdad de su voluntad de ser (Daseinswille), puesto que la verdad es la puesta en<br />
evidencia de aqu<strong>el</strong>lo que da seguridad a un pueblo, lo ilumina y lo fortalece en su<br />
acción y en su saber. De esa verdad surge la voluntad de saber (Wissenwollen). Y<br />
esta voluntad de saber circunscribe la pretensión de saber. Y, finalmente, a partir<br />
de esto se trazan las fronteras, dentro de cuyos límites se fundará un<br />
cuestionamiento auténtico y una búsqueda también auténtica. Éste es <strong>el</strong> origen d<strong>el</strong><br />
saber. Está inscrito en la necesidad de la existencia de la autenticidad d<strong>el</strong> pueblo<br />
(völkisches Dasein) responsable de sí. El saber está dominado por una necesidad:<br />
querer saber para trasmitir ese saber. Saber quiere decir, para nosotros: dominar<br />
las cosas claramente y estar decididos a actuar.<br />
Nos hemos despojado de la idolatría de un pensamiento sin raíces y sin<br />
poder. Vemos <strong>el</strong> fin de la filosofía puesta a su servicio. Estamos seguros de que<br />
persistirá la claridad d<strong>el</strong> cuestionamiento simple que no cede un ápice en cuanto a<br />
la esencia d<strong>el</strong> ser. El coraje original de crecer o de perecer en <strong>el</strong> enfrentamiento con<br />
lo que es, he aquí <strong>el</strong> motor (Beweggrund) más profundo d<strong>el</strong> cuestionamiento de un<br />
saber venido de la autenticidad d<strong>el</strong> pueblo (das Fragen einer völkischen<br />
Wissenschaft).<br />
Más ad<strong>el</strong>ante, <strong>el</strong> Gauobmann de Sajonia, Arthur Göpfert, apoyó<br />
la publicación en un volumen de la totalidad de los discursos<br />
pronunciados en la manifestación de Leipzig. La obra debía ser<br />
introducida por la «Llamada a los hombres cultos d<strong>el</strong> mundo», un<br />
manifiesto aprobado durante <strong>el</strong> encuentro, destinado a todas las<br />
universidades y gobiernos extranjeros, a todos los hombres de<br />
ciencia eminentes. El proceso de la publicación en cuestión y <strong>el</strong> pap<strong>el</strong><br />
jugado por Martin <strong>Heidegger</strong> pueden ser reconstruidos a partir de los<br />
archivos de la Auswärtige Amt en Bonn, 225 que conservan también <strong>el</strong><br />
texto de la «Llamada a los hombres cultos d<strong>el</strong> mundo».<br />
Göpfert tenía la intención de publicar <strong>el</strong> volumen en una edición<br />
de lujo y, para cubrir los gastos, envió una circular a todos los<br />
rectores pidiéndoles apoyo económico. Martin <strong>Heidegger</strong> la recibió y,<br />
sin pérdida de tiempo, envió a su vez una carta a sus decanos<br />
pidiéndoles su contribución, así como la de los docentes de las<br />
diversas facultades. La carta de <strong>Heidegger</strong> d<strong>el</strong> 13 de diciembre de<br />
1933 hace suyo casi íntegramente <strong>el</strong> texto de la circular de Göpfert y<br />
comienza subrayando <strong>el</strong> gran interés despertado por <strong>el</strong> encuentro de<br />
Leipzig en <strong>el</strong> Ministerio de la Propaganda (Goebb<strong>el</strong>s). «Debe ser<br />
conservado en la memoria como un jalón en la historia de la ciencia<br />
alemana y su significación debe ponerse al servicio de la política<br />
exterior. El Ministerio de la Propaganda se f<strong>el</strong>icita de las medidas<br />
tomadas para su divulgación y recomienda la mayor diligencia en <strong>el</strong><br />
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