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Farias Victor, Heidegger y el nazismo

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Víctor <strong>Farias</strong><br />

<strong>Heidegger</strong> y <strong>el</strong> <strong>nazismo</strong><br />

de declaraciones encendidas, incluso antes d<strong>el</strong> comienzo de las<br />

hostilidades. 142<br />

Esto vale en particular para las personalidades íntimamente<br />

vinculadas a <strong>Heidegger</strong>. Karl Bertsche, por ejemplo, publicó una<br />

s<strong>el</strong>ección de textos de Abraham a Sancta Clara (La guerra, alimento<br />

d<strong>el</strong> alma, Friburgo, 1917) con <strong>el</strong> propósito de brindar un arma<br />

r<strong>el</strong>igiosa a los soldados d<strong>el</strong> frente. Bertsche escribía en su<br />

introducción: «Igual que sus hermanos, la muerte, la enfermedad y la<br />

indigencia, la guerra ha sido encargada de ejecutar una gran misión:<br />

poner a prueba a los peregrinos de la vida, s<strong>el</strong>eccionarlos [...]. Así<br />

como <strong>el</strong> hombre se apoltrona en tiempos de paz, la guerra hace nacer<br />

en él fuerzas que lo <strong>el</strong>evan hasta lo imposible [...]. Se ha dicho que<br />

Abraham era un b<strong>el</strong>icoso. ¡Cuánto de cierto hay en <strong>el</strong>lo! Se expresa<br />

como un soldado, como un guerrero. Su naturaleza es, en efecto,<br />

guerrera de pies a cabeza, llena de coraje individual, ajena a todo<br />

temor, impregnada d<strong>el</strong> espíritu de sacrificio por la patria. De ahí que<br />

parezca hoy un cordial amiigo de los soldados, un activo cap<strong>el</strong>lán de<br />

regimiento». El texto mismo es un montaje en <strong>el</strong> cual Bertsche<br />

«actualiza» los sermones y los escritos d<strong>el</strong> monje agustino contra los<br />

turcos y los judíos:<br />

¡Ahí viene <strong>el</strong> enemigo, con sus salvajes negros, blancos e incluso amarillos!<br />

¡Con sus medio salvajes y sus cuartos de salvajes! ¡No hay por qué temerles, Dios<br />

está a nuestro lado! [...] ¡Arriba, cristianos alemanes! ¡Vengad la sangre<br />

derramada por vuestros hermanos cristianos, devorados por un animal salvaje, por<br />

la bestia rusa atiborrada de sangre! 143<br />

Por otra parte, hay que señalar también la intensa actividad<br />

desplegada por Heinrich Finke para organizar a los universitarios<br />

católicos frente a los ataques de los obispos y de los f<strong>el</strong>igreses<br />

franceses, quienes acusaban a los católicos alemanes «de arrogancia<br />

germánica y de desprecio por los pueblos latinos». 144 Finke creó en<br />

1915 un comité permanente para la defensa de los intereses<br />

alemanes y católicos en la guerra mundial, que difundía documentos<br />

en los que se combatían las posiciones int<strong>el</strong>ectuales d<strong>el</strong> enemigo. Uno<br />

de los responsables d<strong>el</strong> comité, encargado de sus Monatshefte, era<br />

justamente <strong>el</strong> profesor Eng<strong>el</strong>bert Krebs, autor de numerosos escritos<br />

de guerra entre los que se destacan El secreto de nuestra fuerza.<br />

Reflexiones sobre la Gran Guerra, 145 en <strong>el</strong> que hacía de la r<strong>el</strong>igión un<br />

<strong>el</strong>emento más de la guerra, y, en francés, El régimen de los<br />

prisioneros de guerra en Alemania. 146 En esa misma época Georg von<br />

B<strong>el</strong>ow juega un pap<strong>el</strong> de gran importancia en <strong>el</strong> seno d<strong>el</strong> Deutsche<br />

Vaterlandspartei, la más violenta de las organizaciones alemanas de<br />

entonces, que fustigaba <strong>el</strong> rechazo de la violencia por parte de los<br />

otros grupos de la derecha alemana.<br />

Contra la mayoría de la opinión pública alemana, <strong>el</strong> Deutsche<br />

Vaterlandspartei se opuso a ultranza a «la paz vergonzosa»,<br />

clamando porque se realizase un esfuerzo sobrehumano para obtener<br />

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