Farias Victor, Heidegger y el nazismo
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Víctor <strong>Farias</strong><br />
<strong>Heidegger</strong> y <strong>el</strong> <strong>nazismo</strong><br />
jesuita Viktor Kolb, definida como «asociación de lucha, asociación de<br />
defensa contra la Alianza Isra<strong>el</strong>ita Universal». 118 La «Alianza<br />
Isra<strong>el</strong>ita», según Kolb, se había apoderado en Austria, como en todas<br />
partes, de la mala prensa, a fin de llevar a cabo su «plan mundial»,<br />
W<strong>el</strong>tplan: «Derrocar a la cristiandad en lo r<strong>el</strong>igioso, lo moral y lo<br />
material, y reconstruir <strong>el</strong> nuevo Sión sobre las ruinas de los pueblos<br />
cristianos» (Reichspost, d<strong>el</strong> 18 de noviembre de 1907). 119 En un año<br />
y medio <strong>el</strong> padre Kolb logró reunir 75.000 miembros en su<br />
organización.* En <strong>el</strong> n.° 3 de enero de 1909, Der Akademiker publicó<br />
un mensaje de Pío X a la Unio Piana (Asociaciones Académicas Pius<br />
de Alemania). La revista se ocupaba igualmente de las actividades de<br />
otras organizaciones católicas, como la «Asociación San Clemente<br />
María Hofbauer», 120 la «Asociación Marca Meridional» (junio, 1912, p.<br />
120), la «Junta Católica Académica», <strong>el</strong> «Gral», 121 las «Asociaciones<br />
Social-Caritativas de Estudiantes Católicos de Alemania» y la<br />
«Asociación de San Vicente». 122<br />
El conjunto de las contribuciones de Martin <strong>Heidegger</strong> a Der<br />
Akademiker se caracteriza por su actitud de incondicional y radical<br />
apoyo a las posiciones reaccionarias más irreductibles d<strong>el</strong> integrismo,<br />
por su actitud agresiva frente al modernismo y sus derivaciones<br />
teológico-filosóficas, por su defensa d<strong>el</strong> socialcristianismo,<br />
aristocratizante y populista a la vez, y por un tono marcadamente<br />
antisemita. Pero también debe señalarse que, hacia 1912, <strong>Heidegger</strong><br />
comienza a definir con claridad cuáles eran para él las limitaciones de<br />
la filosofía tomista, sin por <strong>el</strong>lo cuestionar en absoluto la<br />
interpretación de la historia y de la sociedad que había lomado de la<br />
Iglesia. Para ilustrar esta actitud general es importante aludir ante<br />
todo a su escrito Per mortem ad vitam reflexiones sobre «Mentira<br />
vital y verdad vital» de Jörgensen, publicado en <strong>el</strong> n.º 5, marzo de<br />
1910, pp. 72-73. El objetivo d<strong>el</strong> artículo era destacar la conversión de<br />
Jörgensen al catolicismo. Al describir este proceso en <strong>el</strong> escritor<br />
danés, <strong>Heidegger</strong> aporta nuevos <strong>el</strong>ementos para entender su escrito<br />
sobre Abraham a Sancta Clara. El joven <strong>Heidegger</strong> veía en Abraham<br />
una «personalidad» descollante, un Führer d<strong>el</strong> pueblo. Pero no en la<br />
acepción secularizada d<strong>el</strong> término. Por <strong>el</strong> contrario, la crítica de<br />
<strong>Heidegger</strong> al culto de la personalidad tal como se practicaba en la<br />
época es muy dura: «En nuestros días se habla mucho de la<br />
"personalidad" y los filósofos encuentran nuevos conceptos de valor.<br />
Al lado de lo crítico, lo moral y lo estético, utilizan también la<br />
"valoración" de la personalidad, especialmente en la literatura. La<br />
persona d<strong>el</strong> artista pasa a ocupar <strong>el</strong> primer plano. Así, se oye hablar<br />
mucho de personajes interesantes: P. Verlaine, <strong>el</strong> "borracho genial";<br />
M. Gorki, <strong>el</strong> gran vagabundo; <strong>el</strong> dandy Oscar Wilde; <strong>el</strong> superhombre<br />
* P. Holfrichter, «Die österreichischen Katholikentage des zwanzigsten Jahrhunderts (bis 1933)».<br />
Disertación filosófica no publicada. Viena, 1966, p. 515.<br />
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