16.02.2017 Views

De amor y de muerte

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

No le pareció necesario explicar que algo sabía <strong>de</strong> eso y podía <strong>de</strong>terminar con precisión<br />

que se trataba <strong>de</strong> un feto <strong>de</strong> seis o siete meses, <strong>de</strong> aproximadamente un kilo y medio <strong>de</strong><br />

peso, <strong>de</strong> sexo masculino, coloreado <strong>de</strong> azul <strong>de</strong>bido a la falta <strong>de</strong> oxígeno, probablemente<br />

muerto antes <strong>de</strong> nacer. Lo único que le sorprendió fue no haberse percatado antes <strong>de</strong>l<br />

embarazo, pero lo atribuyó a la abundancia <strong>de</strong> las carnes <strong>de</strong> su nana, don<strong>de</strong> bien podía<br />

disimularse una hinchazón entre tantos rollos.<br />

--¿Qué haremos, Rosa?<br />

--¡Ay, niña! Nadie <strong>de</strong>be saberlo, ¿Me juras que nunca lo dirás?<br />

--Te lo juro.<br />

--Vamos a tirarlo a la basura.<br />

--Es una lástima acabar así, Rosa. El pobre no tiene la culpa <strong>de</strong> haberse caído <strong>de</strong>l<br />

tragaluz. ¿Por qué no lo enterramos?<br />

Así lo hicieron. Apenas la mujer pudo ponerse <strong>de</strong> pie, lavarse y cambiarse <strong>de</strong> ropa,<br />

colocaron a la criatura <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una bolsa <strong>de</strong>l mercado, que sellaron con tela adhesiva.<br />

Ocultaron la pequeña urna <strong>de</strong> plástico hasta la noche y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> asegurarse <strong>de</strong> que el<br />

chofer dormía, la llevaron hasta el jardín para darle sepultura. Cavaron un hueco<br />

profundo, colocaron al fondo el paquete con su triste contenido, lo cubrieron<br />

cuidadosamente, apisonaron la tierra y le rezaron una oración. Dos días <strong>de</strong>spués Irene<br />

compró una mata <strong>de</strong> nomeolvi<strong>de</strong>s y la plantó en el sitio don<strong>de</strong> dormía el recién nacido<br />

que cayó <strong>de</strong>l tragaluz.<br />

A partir <strong>de</strong> entonces se sintieron unidas por una entrañable complicidad, un secreto que<br />

ninguna divulgó durante muchos años, hasta serles tan natural que empezó a asomar por<br />

casualidad en sus conversaciones. Nadie en la casa se preocupó <strong>de</strong> averiguar <strong>de</strong> qué se<br />

trataba. Cada nuevo jardinero tenía el encargo <strong>de</strong> la niña <strong>de</strong> cuidar el nomeolvi<strong>de</strong>s y en

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!