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cruda y aceptó la copa <strong>de</strong> champaña apelando a su experiencia profesional para navegar<br />
en esas aguas <strong>de</strong>sconocidas sin cometer un <strong>de</strong>satino. Fue una noche inolvidable para<br />
ambos. Mario le contó su vida y en la forma más <strong>de</strong>licada insinuó la pasión que se estaba<br />
instalando en su alma. Presentía una negativa, pero estaba <strong>de</strong>masiado conmovido para<br />
callar sus emociones, porque nunca antes un hombre lo había cautivado <strong>de</strong> ese modo.<br />
Francisco combinaba la fuerza y la seguridad viriles con la rara cualidad <strong>de</strong> la dulzura.<br />
Para Mario no era fácil en<strong>amor</strong>arse y <strong>de</strong>sconfiaba <strong>de</strong> los arrebatos tumultosos, causantes<br />
en el pasado <strong>de</strong> tantos sinsabores, pero en esta oportunidad estaba dispuesto a jugarse<br />
entero. Francisco también habló <strong>de</strong> sí mismo y sin necesidad <strong>de</strong> expresarlo abiertamente,<br />
le dio a enten<strong>de</strong>r la posibilidad <strong>de</strong> compartir una sólida y profunda amistad, pero jamás un<br />
<strong>amor</strong>. A lo largo <strong>de</strong> esa noche <strong>de</strong>scubrieron intereses comunes, se rieron, escucharon<br />
música y bebieron toda la botella <strong>de</strong> champaña. En un arrebato <strong>de</strong> confianza prohibido<br />
por las más elementales normas <strong>de</strong> pru<strong>de</strong>ncia, Mario habló <strong>de</strong> su horror por la dictadura y<br />
su voluntad para combatirla. Su nuevo amigo, capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir la verdad en los ojos<br />
ajenos, le contó entonces su secreto. Al <strong>de</strong>spedirse, poco antes <strong>de</strong>l toque <strong>de</strong> queda, se<br />
estrecharon las manos con firmeza, sellando así un pacto solidario.<br />
A partir <strong>de</strong> esa cena, Mario y Francisco no sólo compartieron el trabajo en la revista, sino<br />
también la acción furtiva. El peluquero no volvió a insinuar ninguna inquietud que<br />
empañara la camara<strong>de</strong>ría. Tenía una actitud transparente y Francisco llegó a dudar <strong>de</strong><br />
que hablara como lo hizo esa noche memorable. Irene se integró al pequeño grupo,<br />
aunque la <strong>de</strong>jaron al margen <strong>de</strong> toda labor clan<strong>de</strong>stina, porque pertenecía por nacimiento<br />
y educación al bando contrario, nunca manifestó inclinaciones por la política y a<strong>de</strong>más<br />
era la novia <strong>de</strong> un militar.<br />
Ese día en la Aca<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> Guerra a Mario se le agotó la tolerancia. A las medidas <strong>de</strong><br />
seguridad, el calor y el mal humor colectivo, se sumaban los contorneos <strong>de</strong> sus dos<br />
ayudantes ante la tropa.<br />
--Los <strong>de</strong>spediré, Francisco. Estos dos idiotas no tienen clase ni sabrán adquirirla. <strong>De</strong>bí<br />
echarlos a la calle cuando los sorprendí abrazados en el baño <strong>de</strong> la editorial.