16.02.2017 Views

De amor y de muerte

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

--Su padre.<br />

--¡Basta, por favor! --or<strong>de</strong>nó el Profesor Leal--. ¿Queréis enfermar a mamá?<br />

Francisco asintió por todos y por un rato guardaron silencio, buscando un tema <strong>de</strong><br />

conversación para borrar la congoja <strong>de</strong> Hilda. Única mujer en una familia <strong>de</strong> varones,<br />

consiguió imponer su dulzura y discreción. No recordaban haberla visto exasperada. En<br />

su presencia no había riñas <strong>de</strong> muchachos, chistes picantes o groserías. En la niñez,<br />

Francisco solía angustiarse con la sospecha <strong>de</strong> que su madre, usada por la ru<strong>de</strong>za <strong>de</strong> la<br />

vida, podría ir <strong>de</strong>sapareciendo imperceptiblemente, hasta esfumarse <strong>de</strong>l todo, como la<br />

niebla. Entonces corría a su lado, la abrazaba, la sujetaba por la ropa en un <strong>de</strong>sesperado<br />

intento <strong>de</strong> retener su presencia, su calor, el olor <strong>de</strong> su <strong>de</strong>lantal, el sonido <strong>de</strong> su voz. Había<br />

transcurrido mucho tiempo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces, pero todavía la ternura por ella era su<br />

sentimiento más inconmovible.<br />

Sólo Francisco quedó en la casa <strong>de</strong> sus padres <strong>de</strong>spués que Javier se casó y José partió<br />

al Seminario. Ocupaba la misma habitación <strong>de</strong> su infancia, con muebles <strong>de</strong> pino v<br />

estanterías atiborradas <strong>de</strong> libros. Alguna vez tuvo la intención <strong>de</strong> alquilar una vivienda<br />

in<strong>de</strong>pendiente, pero en el fondo le gustaba la compañía <strong>de</strong> su familia y por otra parte no<br />

<strong>de</strong>seaba causar un dolor innecesario a sus padres. Para ellos existían sólo tres excusas<br />

para que un hijo saliera <strong>de</strong> su casa: la guerra, el matrimonio o el sacerdocio. <strong>De</strong>spués<br />

agregarían otra: huir <strong>de</strong> la policía.<br />

La casa <strong>de</strong> los Leal era pequeña, antigua, mo<strong>de</strong>sta, con pintura y remiendos. <strong>De</strong> noche<br />

crujía suavemente, como anciana cansada y reumática. Fue diseñada por el Profesor<br />

Leal muchos años antes, pensando que lo único indispensable era una amplia cocina<br />

don<strong>de</strong> transcurriera la vida y don<strong>de</strong> instalar una imprenta clan<strong>de</strong>stina, un patio para colgar<br />

la ropa y sentarse a mirar los pájaros y suficientes cuartos para poner las camas <strong>de</strong> sus<br />

hijos. Lo <strong>de</strong>más <strong>de</strong>pendía <strong>de</strong> la amplitud <strong>de</strong>l espíritu y la viveza <strong>de</strong>l intelecto, <strong>de</strong>cía<br />

cuando alguien reclamaba por la estrechez o la mo<strong>de</strong>stia. Allí se acomodaron y hubo<br />

espacio y buena voluntad para acoger a los amigos en <strong>de</strong>sgracia y a los parientes

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!