16.02.2017 Views

De amor y de muerte

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

--Lo único malo es que no estamos <strong>de</strong> luna <strong>de</strong> miel --observó Irene encantada con el<br />

lugar, temiendo que apareciera <strong>de</strong>masiado pronto su contacto, para llevarlos a través <strong>de</strong><br />

la frontera.<br />

Agotados por la fatiga <strong>de</strong>l viaje, se abrazaron estrechamente sobre el lecho fundamental<br />

que les tocó en suerte y perdieron <strong>de</strong> inmediato la noción <strong>de</strong>l tiempo. Los <strong>de</strong>spertó la<br />

primera luz <strong>de</strong> una madrugada radiante. Francisco comprobó aliviado que Irene se veía<br />

<strong>de</strong> mucho mejor aspecto y hasta anunció que tenía un hambre <strong>de</strong> marinero. Se vistieron<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> hacer el <strong>amor</strong> con alegre parsimonia y salieron a tomar el aire <strong>de</strong> la cordillera.<br />

Muy temprano comenzaba el tráfico impasible <strong>de</strong> los huéspe<strong>de</strong>s rumbo a las termas.<br />

Mientras los <strong>de</strong>más intentaban sanarse, los jóvenes ocuparon las horas disponibles en<br />

amarse con besos furtivos y promesas eternas. Se amaron paseando por los ásperos<br />

sen<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l volcán, se amaron sentados sobre el humus fragante <strong>de</strong>l bosque, se<br />

amaron en susurros entre las brumosas espirales amarillas <strong>de</strong> las fumarolas, hasta que al<br />

mediodía apareció un montañés con toscas botas <strong>de</strong> piel, poncho negro y sombrero alón,<br />

llevando tres cabalgaduras y una mala noticia.<br />

--Encontraron su pista. Tienen que partir ahora mismo.<br />

--¿A quién agarraron? --preguntó Francisco temiendo por su hermano, por Mario o por<br />

cualquier otro amigo.<br />

--A ninguno. El gerente <strong>de</strong>l hotel don<strong>de</strong> estuvieron anteanoche sospechó <strong>de</strong> uste<strong>de</strong>s y los<br />

<strong>de</strong>lató.<br />

--¿Podrás montar a caballo, Irene?<br />

--Sí --sonrió ella.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!