16.02.2017 Views

De amor y de muerte

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Pero en pocos días el anuncio <strong>de</strong>l hallazgo en la mina y las fotografías <strong>de</strong> los cadáveres<br />

circulaban por el mundo a través <strong>de</strong> los teletipos. Las agencias <strong>de</strong> prensa se apo<strong>de</strong>raron<br />

<strong>de</strong> ellas y las enviaron <strong>de</strong> vuelta a su país <strong>de</strong> origen, don<strong>de</strong> fue imposible sofocar por más<br />

tiempo el escándalo, a pesar <strong>de</strong> la censura y <strong>de</strong> las explicaciones fantásticas <strong>de</strong> las<br />

autorida<strong>de</strong>s. Todos vieron en sus pantallas al engolado locutor leyendo la versión<br />

oficial: eran terroristas ejecutados por sus propios secuaces; pero nadie dudó que se<br />

trataba <strong>de</strong> prisioneros políticos asesinados. El horror se comentó entre pilas <strong>de</strong> verduras<br />

y frutas en los mercados, entre alumnos y maestros en las escuelas, entre los obreros<br />

en las fábricas y hasta en los cerrados salones <strong>de</strong> la burguesía, don<strong>de</strong> para algunos fue<br />

una sorpresa <strong>de</strong>s cubrir que algo marchaba muy mal en el país. El murmullo temeroso<br />

que durante tantos años anduvo escondiéndose <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> las puertas y los postigos<br />

cerrados, por primera vez salió a la calle gritando a voces y ese lamento, aumentado<br />

por mil casos nuevos surgidos a la luz, sacudió a todos los espíritus. Sólo los más<br />

indolentes pudieron, una vez más, ignorar los signos y continuar impasibles. Beatriz<br />

Alcántara fue una <strong>de</strong> ellos.<br />

El lunes a la hora <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sayuno, Beatriz encontró a su hija leyendo el periódico en la<br />

cocina y notó sus brazos cubiertos <strong>de</strong> ronchas.<br />

--¡Tienes peste!<br />

--Es alergia, mamá.<br />

--¿Cómo lo sabes?<br />

--Me lo dijo Francisco.<br />

--¡Ahora los fotógrafos diagnostican! ¿Dón<strong>de</strong> iremos a parar?<br />

Irene no respondió y su madre observó <strong>de</strong> cerca las ronchas comprobando que en verdad<br />

no parecían contagiosas y posiblemente el tipo ése tuviera razón, era sólo una erupción

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!