Los jóvenes en un mundo en transformación Prof ... - Xuventude.net
Los jóvenes en un mundo en transformación Prof ... - Xuventude.net
Los jóvenes en un mundo en transformación Prof ... - Xuventude.net
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Los</strong> <strong>jóv<strong>en</strong>es</strong> <strong>en</strong> <strong>un</strong> m<strong>un</strong>do <strong>en</strong> <strong>transformación</strong><br />
274<br />
tro olvidado Unam<strong>un</strong>o, cuando observó que nosotros debíamos ser definidos<br />
como: “Si<strong>en</strong>to, luego existo”. Era dar <strong>un</strong> giro de 180 grados al filósofo francés,<br />
a<strong>un</strong>que todavía sin recoger los dos aspectos del hombre, que es corazón y razón,<br />
y no solo <strong>un</strong>o de ellos: ni solo la razón ni solo el s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to.<br />
Fue a otro filósofo español a qui<strong>en</strong> hay que atribuir el mérito de esta complem<strong>en</strong>tariedad:<br />
al prof<strong>un</strong>do vasco.español Xavier Zubiri, el guipuzcoano que<br />
rectificó definitivam<strong>en</strong>te al bilbaíno Unam<strong>un</strong>o.<br />
Zubiri afirmó que el ser humano se definía por ser <strong>un</strong> “<strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to s<strong>en</strong>ti<strong>en</strong>te”.<br />
Y años después, durante nuestra cruel y cru<strong>en</strong>ta guerra civil, lo volvió<br />
a descubrir <strong>un</strong>a intelig<strong>en</strong>te y humana filósofa, María Zambrano, que padeció a<br />
cuerpo limpio <strong>en</strong> Madrid los tristes avatares de nuestra trágica guerra <strong>en</strong>tre hermanos.<br />
Redescubrió ante nuestro cruel espectáculo guerrero que, para terminar<br />
nuestros males, t<strong>en</strong>íamos que utilizar los seres humanos la “razón poética”, quizá<br />
ésta es la mas feliz expresión de lo que los anteriores querían decir, y que hoy<br />
de forma mas superficial lo ha propuesto Goleman reci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te con su libro<br />
best seller “Intelig<strong>en</strong>cia emocional”.<br />
Así con este nuevo equipaje <strong>en</strong>traremos <strong>en</strong> <strong>un</strong>a nueva época, terminando<br />
con la insatisfactoria posmodernidad que definido antes del p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to único<br />
y del p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to y el s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to débil: Nueva época que alg<strong>un</strong>os llamamos<br />
transmodernidad la cual se basará, para ir adelante, <strong>en</strong> la razón poética, no<br />
<strong>en</strong> la fría razón, ni <strong>en</strong> el confuso s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to, sino <strong>en</strong> la estrecha <strong>un</strong>ión de ambos<br />
<strong>en</strong> apretado ramillete.<br />
Por eso la educación debe ser lo que decía el mejor educador Alain: Geometría<br />
y poesía, apr<strong>en</strong>der del sabio matemático Tales y el poeta Homero.<br />
Sin embargo ésto no es bastante: necesitamos dos alas para volar certeram<strong>en</strong>te<br />
por los recovecos tan problemáticos de la complicada vida contemporánea.<br />
Es darnos cu<strong>en</strong>ta que, ante el f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la globalización, todo influye <strong>en</strong><br />
todo, que nuestros actos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>un</strong>as consecu<strong>en</strong>cias positivas o negativas <strong>en</strong> todo<br />
lo demás y <strong>en</strong> todos los demás. No somos <strong>un</strong>os solitarios <strong>en</strong> <strong>un</strong>a isla desierta,<br />
no somos <strong>un</strong>os Robinson Crusoe.<br />
Varios siglos antes de Cristo lo descubrieron los dos mayores sabios chinos:<br />
Lao-tse y Confucio.<br />
El primero decía que todo lo que hagamos ti<strong>en</strong>de a repercutir <strong>en</strong> los demás<br />
como <strong>un</strong> bumerán, que luego vuelve a caer sobre nosotros. Y por eso lo bu<strong>en</strong>o<br />
que hagamos ti<strong>en</strong>e consecu<strong>en</strong>cias sociales positivas, que a su vez vuelv<strong>en</strong> a nosotros<br />
haciéndonos <strong>un</strong> bi<strong>en</strong>. Y si son malas para los otros, al final terminarán por<br />
recaer sobre nosotros mismos, y nos harán a su vez <strong>un</strong> daño imprevisto. Es la<br />
ley de la reciprocidad que descubrió Confucio, recom<strong>en</strong>dando <strong>un</strong>a regla de<br />
conducta que se ha llamado Regla de Oro, que dice así: “no hagas a los demás<br />
lo que no quieras para ti”. Razón de tal Regla de la reciprocidad: porque lo que<br />
hagamos, bu<strong>en</strong>o o malo, repercutirá sobre nosotros, como si hubiéramos lanzado<br />
<strong>un</strong> bumerán que va, pero luego vuelve a v<strong>en</strong>ir también recay<strong>en</strong>do sobre<br />
qui<strong>en</strong> lo lanzó. Es el mal resultado que ha caido sobre nosotros los países des-