20.03.2015 Views

Download - Biblioteca Digital FCEN UBA - Universidad de Buenos ...

Download - Biblioteca Digital FCEN UBA - Universidad de Buenos ...

Download - Biblioteca Digital FCEN UBA - Universidad de Buenos ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Lean el siguiente fragmento <strong>de</strong> un artículo publicado en el suplemento futuro <strong>de</strong>l diario Página 12<br />

(04/12/2010). Luego, respondan <strong>de</strong> forma individual y por escrito las preguntas que se encuentran <strong>de</strong>bajo.<br />

“PERPETUUM MOBILE”<br />

Sábado, 4 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2010<br />

Problemas insolubles (Por Pablo Capanna)<br />

El elixir, la panacea o la piedra filosofal eran los sueños <strong>de</strong> la ciencia medieval; con el tiempo fueron<br />

olvidados, o acabaron refugiándose en las seudociencias.<br />

Pero si hay un sueño mo<strong>de</strong>rno por excelencia (por lo menos así lo creía Spengler) se diría que es la<br />

máquina <strong>de</strong> movimiento perpetuo, que nació con la mecánica y se resiste a <strong>de</strong>saparecer. En su tiempo,<br />

Leonardo renegaba <strong>de</strong> los inventores <strong>de</strong> esas máquinas tanto como <strong>de</strong> los alquimistas. Homero Simpson, una<br />

autoridad hoy más respetada que Leonardo, también se puso firme el día que Lisa trajo una <strong>de</strong> esas maquinitas.<br />

Con tono admonitorio, le recordó: “¡En esta casa se respetan las leyes <strong>de</strong> la termodinámica!”.<br />

Por lo que sabemos, el único movimiento perpetuo posible sería el <strong>de</strong> un péndulo i<strong>de</strong>al, es <strong>de</strong>cir uno que<br />

prescindiera <strong>de</strong>l rozamiento. Aun en ese caso, sería perpetuo, pero jamás eterno porque, como cualquier objeto<br />

físico, estaría expuesto al <strong>de</strong>sgaste. Y aunque pudiera vencer a la fricción, los péndulos se <strong>de</strong>tienen en cuanto<br />

preten<strong>de</strong>mos que hagan algún trabajo.<br />

Cualquier otra máquina requiere energía y está sujeta a las leyes <strong>de</strong> la termodinámica. Podríamos hablar <strong>de</strong><br />

movimiento perpetuo si estuviéramos ante una máquina que no requiere <strong>de</strong> energía y al mismo tiempo produce<br />

trabajo, lo cual es casi como crear <strong>de</strong> la nada. Algunos imaginan máquinas que podrían producir más energía<br />

<strong>de</strong> la que consumen, violando la primera ley <strong>de</strong> la termodinámica.<br />

ORFFYREUS<br />

Si hay alguien en la historia <strong>de</strong> la ciencia (¿o <strong>de</strong> la seudociencia?) que se hizo famoso con el movimiento<br />

perpetuo sin duda es el alemán Orffyreus. De sus máquinas incansables se ocuparon personajes como Leibniz,<br />

Newton, Gravesan<strong>de</strong> o Christian Wolff, y todavía hay quien le rin<strong>de</strong> homenaje.<br />

Vivió entre 1680 y 1745, cuando culminaba la revolución científica y ya humeaban esas cal<strong>de</strong>ras que<br />

anunciaban la máquina a vapor. En su partida <strong>de</strong> nacimiento figuraba con el nombre <strong>de</strong> Johann Ernst Elias<br />

Bessler. Había adoptado el seudónimo “Orffyreus”, que resultaba <strong>de</strong> escribir todo el alfabeto en un círculo y<br />

reemplazar cada letra <strong>de</strong> “Bessler” por su opuesta.<br />

No es mucho lo que se sabe <strong>de</strong> su vida, que parece haber sido turbulenta y por momentos trágica. Se dice<br />

que tenía muy mal carácter y marcados rasgos paranoicos. Se le atribuye una escasa formación teórica, pero<br />

también una extraordinaria inventiva. Fabricó relojes, inventó un carro automóvil que <strong>de</strong>cía obtener energía <strong>de</strong><br />

la gravedad, diseñó una fuente ornamental, un órgano programable y un barco movido por ingeniosos<br />

mecanismos <strong>de</strong> relojería. Con todo, fueron sus máquinas <strong>de</strong> movimiento perpetuo las que lo hicieron famoso.<br />

La primera la exhibió en 1712 en Gera, en el antiguo principado <strong>de</strong> Reuss. Se trataba <strong>de</strong> una rueda <strong>de</strong> dos<br />

metros <strong>de</strong> diámetro, unida a un complicado sistema <strong>de</strong> palancas. Una vez puesta en movimiento no se <strong>de</strong>tenía y<br />

parecía generar la fuerza suficiente para levantar algunas pesas. Era un bastidor revestido <strong>de</strong> lona, que ocultaba<br />

cierto mecanismo secreto que tenía en su eje. Su espesor (<strong>de</strong> 10 cm) hacía difícil que ocultara algo <strong>de</strong>masiado<br />

complejo.<br />

Al año siguiente, Orffyreus exhibió otra rueda en Draschwitz, en las cercanías <strong>de</strong> Leipzig. Esta tenía 2,75<br />

metros <strong>de</strong> diámetro y 15 cm <strong>de</strong> espesor, y levantaba unas piezas metálicas más pesadas. En estas circunstancias<br />

la vieron funcionar centenares <strong>de</strong> personas, y las autorida<strong>de</strong>s convocaron a una comisión <strong>de</strong> doce expertos para<br />

que la estudiaran.<br />

Los investigadores pudieron ver que si bien para arrancar la rueda alcanzaba con soltar la cuerda que la<br />

<strong>de</strong>tenía, la máquina pronto ganaba velocidad y había que hacer un consi<strong>de</strong>rable esfuerzo para <strong>de</strong>tenerla. Era<br />

capaz <strong>de</strong> levantar un hombre <strong>de</strong>l suelo. Testigos calificados como Christian Wolff y el arquitecto Fischer<br />

<strong>de</strong>jaron constancia <strong>de</strong> que hacía mucho ruido al arrancar y era movida por ocho pesas, que pudieron examinar.<br />

Como en esa época no existía el registro <strong>de</strong> patentes, Orffyreus ofrecía ven<strong>de</strong>r el secreto <strong>de</strong> su mecanismo<br />

por 100 mil táleros, unos 2 millones <strong>de</strong> dólares actuales.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!