Alimentación salud y cultura - SANHISO C. International health and ...

AlimentAción, sAlud y culturA: encuentros interdisciplinAres
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complementada mediante estudios antropométricos, clínicos y fisiopatológicos
para detectar con parámetros científico-experimentales
el estado nutricional, las deficiencias como el beri-beri, la pelagra o
las neuropatías carenciales, así como los distintos niveles de malnutrición.
Todo ello comportaba la necesidad de homologación de una
metodología empírica y también el acuerdo sobre estándares de vitaminas,
minerales y principios inmediatos en alimentos y dieta. La
investigación experimental estaba llamada a establecer standards for
adequate nutrition y de la nueva ciencia emergió también un nuevo
lenguaje. Se empezó a hablar de dieta óptima, dieta mínima, alimentos
protectores y alimentos suplementarios, del método calórico y el
coeficiente energético, de estándares dietéticos para grupos de población
específicos, del valor nutritivo de los alimentos y los principios
inmediatos, del metabolismo basal y los requisitos calóricos o de las
escalas de coeficiente familiar en tiempos de racionamiento.
Todo ello significó la génesis de un gran corpus de conocimiento
científico que fue el punto de partida de la acción política y la
producción industrial. El Estado, como agente regulador, estabilizador,
disciplinante y civilizador, con la ayuda de las grandes corporaciones
internacionales, impulsaron políticas de nutrición comunitaria,
formaron expertos nutricionistas y organizaron campañas desde las
secciones de higiene de la alimentación y nutrición comunitaria de
las Escuelas Nacionales de Sanidad y los institutos de puericultura
para influir sobre las madres, que eran el principal agente transmisor
de conocimientos y prácticas dietéticas en el seno de la familia. Desde
la segunda mitad de los años treinta proliferaron también por Europa
diversos Institutos de Higiene de la Alimentación encargados de establecer
las políticas de racionamiento en períodos de crisis, guerra y
posguerra.
Una nueva cultura de la nutrición
Tradicionalmente, la situación alimenticia de la población no era una
cuestión ligada a la economía política o a las políticas de estado. Más
bien al contrario, el hambre se asociaba a la pobreza, y los hábitos
alimenticios a la cultura, sin ninguna implicación moral, social o sanitaria
(Vernon, 2005). Con el advenimiento del Estado como agente