02.08.2021 Views

ready-player-one-ernest-cline

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

polvorienta. Su aspecto era el mismo que el de la cubierta del módulo

original de «La Tumba de los Horrores» pero, según el texto, Acererak no

debía de encontrarse allí, sino esperando en una cámara funeraria situada en

las profundidades de la mazmorra.

Me planteé la posibilidad de salir corriendo, pero la descarté. Si Halliday

había colocado al zombi en aquella estancia, tal vez hubiera situado también

en ella la Llave de Cobre. Debía averiguarlo.

Avancé hasta el borde del estrado. Desde ahí vi con más claridad el

cadáver viviente. Sus dientes eran dos hileras de diamantes puntiagudos

dispuestos como una sonrisa sin labios, y en las órbitas de los ojos había

alojados dos grandes rubíes.

Por primera vez desde que había entrado en la tumba no estaba seguro de

qué debía hacer a continuación.

Mis posibilidades de sobrevivir a un combate cuerpo a cuerpo con el

monstruo eran nulas. Mi triste Espada Llameante a+1 no lo afectaría en

absoluto y los dos rubíes mágicos de sus ojos tenían el poder de arrebatarle

la vida a mi avatar y matarme al instante. Ni siquiera un equipo de seis o

siete avatares del nivel más alto habría tenido fácil derrotarlo.

En silencio deseé (y no sería la última vez) que Oasis fuera como un

juego de aventuras antiguo donde yo pudiera darle a «salvar» y conservar mi

posición. Pero no lo era; aquella opción no existía. Si mi avatar moría allí,

tendría que empezar de nuevo partiendo de cero. Pero no tenía sentido dudar

a esas alturas. Si el zombi me mataba, yo regresaría a la noche siguiente y lo

intentaría de nuevo. La tumba entera se reiniciaría cuando el reloj del

servidor de Oasis marcara las doce de la noche. Y si lo hacía, todas las

trampas ocultas que yo había desactivado se reiniciarían también y el tesoro

y los objetos mágicos aparecerían de nuevo.

Pulsé el icono de «grabar», situado en una esquina de la visualización,

para que todo lo que sucediera a partir de ese momento quedara almacenado

en el archivo de vídeos y yo pudiera reproducirlo y estudiarlo más tarde.

Pero, al hacerlo, me apareció un mensaje que decía: «GRABACIÓN NO

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!