02.08.2021 Views

ready-player-one-ernest-cline

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Bryce T. Representante Técnico II de Oasis - Empleado IOI N.° 338645.

Debajo apareció un menú con los programas de entretenimiento a los que

podía acceder. Tardé apenas unos segundos en revisar mis limitadas

opciones. De hecho, sólo podía ver un canal: IOI-N, que era de la propia

empresa y emitía noticias las veinticuatro horas. En realidad, las noticias

estaban relacionadas con IOI y más que de información se trataba de

propaganda. También tenía acceso a una mediateca de películas formativas y

simulaciones, la mayoría de ellas relacionada con mi nuevo puesto como

representante de asistencia técnica de Oasis.

Al intentar acceder a una de las otras mediatecas de entretenimiento,

Vintage Movies, el sistema me informó de que no podría conectarme a una

selección más amplia de opciones de ocio hasta que hubiera recibido una

puntuación superior a la media en tres informes consecutivos sobre eficacia

empresarial. Y, acto seguido, el sistema me preguntó si deseaba más

información sobre el Programa de Premios de Entretenimiento para Reclutas

Forzosos. No. No lo deseaba.

El único programa de televisión que podía ver era una comedia de

costumbres producida por la propia empresa, Tommy Queue. Según la

sinopsis, se trataba de una «comedia desternillante que relataba las

desventuras de Tommy, un representante técnico de Oasis recién reclutado

que se esforzaba para alcanzar la independencia económica y… ¡la

excelencia en el trabajo!».

Seleccioné el primer episodio, descolgué el visor y me lo puse. Como

suponía, la serie no era más que un documental formativo con risas

enlatadas de fondo. No me interesó lo más mínimo. Sólo quería dormir. Pero

sabía que me controlaban y que escrutaban y archivaban todos los

movimientos que hacía. De modo que permanecí despierto todo lo que pude,

ignorando un episodio de Tommy Queue tras otro.

A pesar de todos mis esfuerzos, mi mente regresaba una y otra vez a

Art3mis. Por más que me dijera a mí mismo, yo sabía que ella era la

verdadera razón por la que me había expuesto a ese plan descabellado. ¿Qué

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!